San Luis (LaNoticia) 09-10-15. Los largos y complicados laberintos de la (IN)Justicia local y la corporación judicial, que actúa urgente para los ciudadanos de segunda y muy lenta cuando hay uno de `primera clase´, han obligado al penalista Carlos Salomón a presentar un escrito ante la Cámara del Crimen de San Luis, pidiendo urgente intervención en causa donde estaría implicado un juez.
El hecho que origina esta pedido, ocurrió en el año 2010 y el “próximo 17 de febrero va a prescribir la acción penal por estos hechos”, sostiene Salomón, quien está más que preocupado porque al tratarse de un juez en actividad, la (IN)Justicia mira para otro lado y no hay juez que se anime a tomar la causa y llevarla adelante. “Hasta ahora se han excusado hasta los que sirven café”, le dijo a La Noticia con obvia ironía el penalista.
“Nadie quiere asumir la causa donde se debe investigar a Carina Cadelago”, nos explicó Salomón al momento de señalar que “le pedí a la Cámara del Crimen que intervenga de manera urgente, ante los graves sucesos ocurridos ante la meteórica sucesión de excusaciones de los jueces, inclusive del fuero de Instrucción, Civil, Laboral, Juzgado de Sentencias, de Familia”.
Cadelago es la esposa de un conocido juez, más conocido por las innumerables denuncias que lo involucraron antes de ser nombrado juez, y que su nombramiento, según las malas lenguas judiciales, se habría hecho para `cubrirlo´ de todas las denuncias que había -y que aún hoy hay- en su contra, “porque todo el mundo sabe que el hombre es protegido de Lilia Novillo”, nos referenció una de esas tantas malas lenguas.
En contexto
En febrero de 2010, se denunció la usurpación de la vivienda ubicada en Pedernera 733, propiedad del escribano Agúndez. El presunto usurpador habría vendido la propiedad a Cadelago y ésta habría querido tomar posesión de la vivienda cuando aún en su interior había muebles, documentos, ropas, entre otras cosas, propiedad del escribano que en ningún momento habría dado consentimiento para la venta del inmueble. Como tiempo después, el esposo de Cadelago asumió como juez local, la corporación judicial hizo causa común y jamás conformaron la Cámara que debió investigarlo.
Carlos Rubén Capella
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