Las pruebas de ADN realizadas a los detenidos por la violación grupal a una joven de 21 años, en Palermo, arrojaron resultados positivos en dos de los seis detenidos. Se trata de Lautaro Dante Ciongo Pasotti, de 24 años, y Ángel Pascual Ramos, de 23. La información fue dada a conocer por Hugo Figueroa, el abogado de la víctima.
El 15 de marzo, el juez en lo Criminal y Correccional 21, Marcos Fernández, ordenó la prisión preventiva para los seis jóvenes, acusados de ser coautores de un «abuso sexual con acceso carnal, agravado por la intervención de dos o más personas». Un delito que prevé la pena de 8 a 20 años de prisión.
Según la resolución del magistrado, mientras cuatro de los imputados -Ramos, Ciongo Pasotti, Steven Alexis Cuzzoni (19) y Franco Jesús Lykan (23) -, estuvieron en el interior del auto abusando sexualmente de la chica, los otros dos -Thomas Fabián Domínguez (21) e Ignacio Retondo (22)-, cantaban y tocaban la guitarra en la vereda, aunque «observando y convalidando el ataque sexual».
Además, Fernández sostuvo que los acusados se aprovecharon del estado de vulnerabilidad en el que se encontraba la víctima para cometer la violación. Los peritajes practicados luego de la denuncia detectaron que en el organismo de la joven había alcohol, marihuana y anfetaminas, por lo que no se encontraba en condiciones de consentir ningún tipo de acto sexual, situación que los camaristas destacaron en su fallo.
Luego, en abril, la Cámara Nacional de Casación Penal rechazó por inadmisible el pedido de excarcelación que había presentado la defensa de uno de los detenidos. El fallo dejó así firme la decisión que habían tomado primero el juez Fernández, y luego la Sala VII de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, de rechazar la excarcelación del imputado Thomas Fabián Domínguez (21), alias «TH» e identificado en este expediente como el joven de «rastas cortas».
En tanto, el mes pasado, el juez de la causa decidió que se sume el delito de «lesiones leves» al de «abuso sexual agravado» por la golpiza que recibió un testigo, identificado como Luis Riveros Espínola, al que los jóvenes agredieron porque pensaban que los filmaba con su celular mientras perpetraban el abuso en un auto.
Según la imputación, cuando el testigo «se dispuso a contestar un llamado telefónico, fue atacado por los seis acusados para lograr hacerse del aparato.
La prueba clave merituada por el juez para atribuirles a todos la agresión al testigo es el video identificado en la causa como número «4», donde una cámara de seguridad capturó la secuencia que se inicia con Domínguez y Retondo cruzando la calle para iniciar la agresión al testigo, pero donde también se observa que detrás de ellos y, en este orden, fueron Cuzzoni, Ramos, Ciongo Pasotti y finalmente Lykan, que baja del auto con un elemento contundente con el que golpeó el piso.
El delito de «lesiones leves» está contemplado en el artículo 89 del Código Penal y prevé una pena de un mes a un año de prisión, lo que podría incrementar la eventual condena.
El caso
El aberrante hecho sucedió el pasado 28 de febrero, cuando un grupo de hombres se fue turnando para abusar sexualmente de una joven -a la que previamente habían drogado- en un auto estacionado cerca de Plaza Serrano.
Alrededor de las 14:45 de ese día, sobre la calle Serrano al 1300, en pleno corazón del barrio porteño de Palermo, distribuyeron los roles para consumar el ataque. Así, mientras dos jóvenes se quedaron afuera, sobre la vereda, cantando y tocando la guitarra, mientras observaban que no hubiera testigos, los otros cuatro violaron a la joven dentro del vehículo.
El ataque sexual culminó gracias a una pareja de panaderos que advirtió que había algo raro y fueron a detenerlos. Más tarde, en diálogo con la prensa, la mujer comerciante, identificada como Natalia Duarte Godoy, contó que vio a la joven “totalmente ida”.
En su declaración ante la Justicia, la víctima contó que había tomado previamente alcohol -se le detectaron 1,3 gramos de alcohol en sangre- y fumado marihuana. Sin embargo, en los estudios toxicológicos le encontraron también restos de éxtasis, que le habría sido suministrada por el grupo.
Esto complicó más a los seis sospechosos, a quienes se les sumó el delito de “suministro de drogas” al de “abuso sexual agravado”.