Después de una breve pero tensa sesión, el gobierno griego consiguió aprobar en el Parlamento las reformas que el primer ministro Alexis Tsipras acordó con sus acreedores de la eurozona para recibir un tercer tramo de ayudas. El voto afirmativo se dio gracias al apoyo de las bancadas de oposición de centro y de derecha. Tsipras sostuvo en su intervención que no cree en el acuerdo firmado en el Consejo Europeo, pero dijo que se ve «obligado a ponerlo en práctica».
Treinta y nueve de los 149 diputados de Syriza, la coalición gobernante, los comunistas del KKE y los neonazis de Amanecer Dorado votaron en contra del acuerdo, mientras que el socio minoritario del gobierno, los derechistas Griegos Independientes, y los partidos de oposición Nueva Democracia, Potami y el socialdemócrata Pasok apoyaron las reformas, según informó el canal de noticias local Skai TV.
Entre los 64 legisladores que votaron en contra estuvieron el ex ministro de Finanzas Yanis Varoufakis y la presidenta del Parlamento, Zoe Konstantopoulou.
En su intervención previa a la votación, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, llamó a la unidad de su grupo parlamentario. «Yo no haría un favor a nuestros rivales para convertirse en un pequeño paréntesis en el tiempo», dijo en alusión a declaraciones del conservador Nueva Democracia, que afirmó que el Gobierno izquierdista sería un paréntesis en la historia.
Tsipras aseguró que tenía tres opciones en la negociación con los acreedores, aceptar el acuerdo actual, una quiebra desordenada del país o su salida de la eurozona. «Las opciones específicas que tenía frente a mí eran: uno, aceptar un acuerdo con el que estoy en desacuerdo; la segunda, la quiebra desordenada, y teníamos una tercera opción, el `grexit´ (salida de Grecia del euro) consensuado de Schäuble», enumeró.
El premier recalcó que será «el último» en eludir sus «responsabilidades» y también «el último que facilitará la caída de un Gobierno de izquierdas».
Otra renuncia en medio del debate parlamentario
La viceministra de Finanzas griega, Nadia Valavani, presentó su renuncia con el argumento de que no puede apoyar el programa de recortes exigido por los acreedores internacionales a cambio de un «tercer rescate» para el país heleno. El paso al costado de Valavani se suma al del ex ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, y muestra la grieta abierta en el partido de gobierno Syriza.
«Alexis, no puedo seguir», escribió Valavani, en una carta dirigida al primer ministro Alexis Tsipras. La carta de la ministra llegó a la hora en que los parlamentarios helenos comenzaron a debatir las medidas exigidas por los socios de la eurozona.
El proyecto de ley que se debatió y aprobé lleva por nombre «Reformas urgentes para la negociación en vista de acuerdo con el Mecanismo de Estabilidad Europea (MEDE)» y lo firman el ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, el del Interior, Nikos Vutsis, el de Trabajo, Panos Skurletis, el de Justicia, Nikos Paraskevópulos, y el ministro adjunto de Reforma Administrativa, Yorgos Katrúgalos.
La normativa consta de solo dos artículos. El primero trata sobre la ratificación del documento resultante del Consejo Europeo, en el que se establecen las condiciones y el acuerdo marco para iniciar las negociaciones.
En el segundo se incluye una serie de reformas referidas al impuesto del valor añadido (IVA), nuevas medidas tributarias, el fortalecimiento del tratamiento penal de la evasión fiscal, reformas en las pensiones y la Seguridad Social, la garantía de la independencia de la Autoridad de Estadística Helena (ELSTAT) y la creación de una autoridad fiscal prevista en el Tratado de Estabilidad.
En concreto, se refiere a la introducción de tres tipos de IVA, del 6,5 por ciento al 6 por ciento para medicamentos, libros y teatro; un 13 por ciento para alimentos básicos, hoteles, energía y agua; y un 23 por ciento para el resto, incluida la gastronomía, a la que actualmente se le aplica un 13 por ciento.
Entre otras medidas, prevé también legislar sobre la eliminación progresiva, a partir de octubre y hasta finales de 2016, del descuento impositivo del 30 por ciento en las islas del mar Egeo más ricas y con mayor afluencia de turistas, pero se exceptúan las islas más remotas.
En cuanto a las pensiones, el proyecto de ley prevé una suba de las cotizaciones de los pensionistas al sistema sanitario del 4 por ciento al 6 por ciento, la eliminación gradual de las ayudas a las más bajas (EKAS) de aquí al 31 de diciembre de 2019 y la congelación de las pensiones en términos nominales hasta 2021.