Luego de tres días de combates, las milicias kurdas recuperaron las zonas del enclave fronterizo con Turquía, que habían sido tomadas por el grupo yihadista, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Los enfrentamientos cesaron después de que las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo lograron controlar un colegio en el centro de la ciudad donde aún resistían yihadistas del EI, informó la ONG opositora al gobierno sirio cuya sede está en Londres.
Las unidades kurdas detonaron las instalaciones del colegio el sábado y junto con la seguridad kurda (el Asaysh), comenzaron a peinar la zona en búsqueda de miembros del EI.
Desde la madrugada del jueves, la ciudad fue escenario de combates entre las Unidades de Protección del Pueblo, milicias kurdo sirias, y los yihadistas, que se infiltraron en el interior de la ciudad, disfrazados de milicianos kurdos y de milicianos rebeldes.
El Observatorio precisó que al menos 206 civiles, entre ellos decenas de niños y mujeres, perdieron la vida en estos tres días de combates, por disparos de los yihadistas, informó la agencia EFE.
Del total de víctimas, hay 26 personas, entre ellas menores y mujeres, que fueron acribilladas a tiros por los yihadistas en el pueblo de Burj Butan, en la periferia meridional de Kobani.
El Observatorio no descartó que el número de civiles fallecidos aumente porque hay al menos 300 heridos, algunos de ellos graves.
Además, en los combates entre ambos bandos han muerto al menos 16 combatientes kurdos y 54 yihadistas desde el jueves.
Tras la expulsión del EI, los enfrentamientos se concentran ahora en el extrarradio sur de la localidad en lo que se conoce como el cruce de Serrín, donde aviones de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, bombardearon posiciones de los extremistas.
Kobani se ha convertido en un símbolo de la resistencia kurda frente al EI, tras soportar durante más de cuatro meses, entre septiembre y enero pasado, el asedio de los extremistas, que al final fueron expulsados.
Coincidiendo con el ataque al enclave kurdo, el EI también lanzó otra ofensiva para tomar el control de los barrios en poder del gobierno en la ciudad nororiental de Al Hasaka, donde, según activistas, ha logrado dominar una cuarta parte de la población.
El EI proclamó hace un año un califato en Siria e Irak, donde ha tomado amplios sectores de sus territorios.
Entretanto, el presidente sirio, Bashar al Assad, afirmó que los atentados recientes en varios países demuestran que el terrorismo se convirtió en un «problema internacional», según la agencia de noticias oficial siria Sana.
El mandatario hizo estas declaraciones durante una reunión en Damasco con los dos enviados de Sudáfrica para Oriente Medio.
Al Assad consideró que el terrorismo se basa en una ideología extremista que no conoce límites y reiteró que se necesitan esfuerzos concertados entre todos los estados para combatirlo.
El mandatario sirio también destacó los peligros a los que se enfrenta el pueblo sirio por culpa del terrorismo «takfiri» (musulmán radical), que, subrayó, cuenta con respaldos regionales y la cobertura de países occidentales, que no nombró.