Estamos en un año loco, en un año de elecciones que la semana pasada tomó un vértigo impresionante, a propósito de que concluían los tiempos de presentación de candidatos, en ese contexto y en ese revuelo el ventarrón se lo llevo puesto al Ministro Florencio Randazzo, y ahora cómo sigue la cosa. ¿Los trenes? Esta pregunta no es caprichosa y mucho menos tendenciosa. Porque nos guste o no, este fue el único político, con ciertas chances de ser presidente, que mostro interés en la recuperación de los trenes a través de acciones concretas, que a mi juicio fueron eso, “acciones” concretas pero “aisladas” carentes de una planificación. La intencionalidad de esas acciones dio y dará mucha tela para cortar e independientemente de ello si los trenes se convierten en una realidad la intencionalidad pasa a tener una relativa importancia que se minimiza por el efecto social que tiene el tren.
El lector podrá recordar, que el que suscribe insistió en distintas columnas de este medio que a la ley de Estatización de los Ferrocarriles Argentinos, le faltaba las acciones concretas, que reglamentadas se convirtieran en políticas de estado lo que independizaba al tren de los personalismos y fuera el gobierno que fuera los ferrocarriles permanecerían tal cual. Porque ahora ¿Quién toma la posta? Le interesará a alguien, o, porque hizo punta “el otro” lo cajoneamos, viejo axioma argentino. No?
“Esperemos un poco” grita un viejo del fondo y en cierta forma tiene razón, porque tal vez Randazzo nos demuestre que estaba verdaderamente consustanciado con la idea de restablecer los ferrocarriles en el interior de nuestro país y de acá a diciembre, al menos deje un PLAN FEDERAL para recomponer los ramales de todas las provincias. Luego dependerá si al futuro presidente le interesan los ferrocarriles como instrumento de inclusión social y estrategia logística incluyéndolos en políticas de estado. En ese sentido lo único que sabemos de los candidatos con serias posibilidades de llegar a la presidencia es la posición de Macri que va a cerrar hasta las jugueterías donde venden trenes a pila. De los demás candidatos, no se sabe bien, si se están haciendo los tontos como perro que tiró la olla, o si están esperando un momento de campaña determinado para hablar sobre el tema.
Lo importante hasta ahora es que indudablemente e innegablemente los trenes salieron del olvido, dejaron de ser una carga para ser nuevamente una necesidad, porque la gente cambió, creció. Hoy tiene acceso a mayor información por medio de la internet y sabe que en la actualidad no se puede ver al tren como “un negocio rentable” porque en ningún lugar del mundo lo es, salvo en raras situaciones. Hoy el tren de pasajeros debe tener una misión social y allí es donde debe intervenir el estado y eso la gente lo sabe y vaya si lo sabe, sobre todo los que somos del interior porque una familia tipo de cuatro personas para viajar desde San Luis a Buenos Aires debe gastar $ 4.800 solamente en pasajes, claro que este “detallito” para las políticas neoliberales no debe ser muy importante.
Así que, amigos, se acercan los días de definiciones, falta poco para elegir las autoridades que van a gobernar el país durante cuatro años, por lo que analicemos las propuestas, más que los nombres y ojalá que en esas propuestas incluyan QUE LOS TRENES VUELVAN AL INTERIOR.
Daniel Pons