El jefe de Gobierno porteño planteó habilitar la construcción privada y el «take away». En la Rosada son proclives a habilitarlos. Se debatieron las salidas para niños y niñas, pero no hubo acuerdo.
El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, llevó una batería de propuestas para flexibilizar la cuarentena a Casa Rosada, donde fue recibido por su habitual interlocutor, el ministro del Interior, Eduardo «Wado» De Pedro», y por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Como el plan es anunciar medidas conjuntas para el área metropolitana, se sumó por videollamada el gobernador bonaerense Axel Kicillof. Según participantes del encuentro, este último se mostró más proclive a avanzar con la reapertura controlada de la actividad industrial mientras que Larreta fue más conservador. No obstante, el jefe de Gobierno propuso abrir de manera gradual la construcción privada y el «take away» (que se pueda retirar comida de los restoranes). En la Rosada, indicaron que son proclives a aceptar estas propuestas de Larreta, si bien la definición final se dará este fin de semana y puede haber más conversaciones de ambos gobernantes con el presidente Alberto Fernández. El debate por los niños y niñas formó parte del encuentro, pero no hubo definiciones.
Larreta concurrió a una de las reuniones periódicas con De Pedro acompañado por su ministro de Salud, Fernán Quirós. Juntos, subieron al despacho de Cafiero, donde además del jefe de Gabinete y el gobernador bonaerense (que se sumó en el último tramo), participó la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra. Allí conversaron las distintas alternativas para una nueva fase de la cuarentena, que comenzará la semana que viene. La idea es que el plan que se anuncie abarque a la región del AMBA, por lo que es esencial la coordinación del Gobierno nacional con la Ciudad y la provincia de Buenos Aires. En el cónclave, se evaluaron las distintas alternativas. Según observaron en la Rosada, no sin una cuota de humor, «Kicillof estuvo más por reabrir la industria, Larreta está más albertista».
Give it away
En un encuentro que transcurrió por un carril bastante formal, el jefe de Gobierno propuso habilitar la modalidad de venta para rotiserias y restoranes de comidas para llevar o -como les gusta decir a los funcionarios PRO- «take away», algo que viene conversando hace semanas sin conseguir el aval de Nación. En la Ciudad, sostienen que ya viene ocurriendo de hecho, sin habilitación, y que el Estado tiene que regular esa flexibilización y generar protocolos para que no produzca un aumento de las transmisiones del virus. También propuso que se permita reiniciar la construcción privada e ir evaluando otras actividades comerciales, para las que se podrían proponer horarios de ingreso escalonados que no presionen sobre el transporte público.
Las salidas de una hora para niños y niñas no formaron parte del combo oficial que llevó el jefe de Gobierno, pero fueron parte del debate que hubo en el encuentro. Sigue habiendo dudas en el Gabinete porteño sobre qué hacer con ese tema y no hay un consenso ni entre los ministros porteños. De hecho, fue uno de los principales puntos de discordia luego de que el presidente indicara que se podría salir por una hora en un perímetro de hasta 500 metros del hogar con menores de edad. La iniciativa siguió recomendaciones de Unicef que, hasta ahora, no fueron tenidas en cuenta por los distritos de mayor población, que decidieron no habilitar las salidas bajo ningún formato.
Reapertura paulatina
La propuesta que llevó Larreta incluye «mantener la cuarentena estricta con una paulatina apertura regida por protocolos ya que los números de la última semana reflejan una cierta estabilidad de la curva, de forma errática, pero pareja al fin», según informaron desde el Gobierno porteño. Todas las reaperturas serán monitoreadas y puede haber marcha atrás si se registra un aumento repentino de los casos de coronavirus. «Al más mínimo síntoma de que despega la curva, retrocedemos y volvemos a la cuarentena total», advirtieron.
La propuesta de Larreta sigue siendo restringir al máximo la circulación de adultos mayores, controlar geriátricos, a lo que se suma en nuevo plan para villas, luego de que escalara la cantidad de casos en los barrios más pobres de la Ciudad. Los funcionarios porteños subrayaron, tras el encuentro, que todas las medidas están «en análisis y se van a consensuar con Nación y provincia». La palabra final la tendrá Fernández.
Desde la Jefatura de Gabinete, en tanto, informaron también que durante la reunión se abordó la «agenda común en la que vienen trabajando, principalmente evaluando la situación en la zona metropolitana en lo referido al tránsito, transporte público, circulación de personas y actividades exceptuadas». Tras varias semanas de insistencia de Larreta sobre algunas actividades económicas, en el Gobierno nacional evalúan habilitarlas. «La obra privada está avanzando en todo el país. Lo mismo el take away. Claro que se probó primero en distritos de menor población», advirtieron.
Tras el encuentro, Cafiero se retiró hacia la quinta de Olivos a reunirse con el presidente. No se descarta que, antes de que se anuncien las nuevas decisiones, haya nuevas conversaciones entre Kicillof, Larreta y Alberto Fernández.