Como saber si una ley es buena o mala, depende de un montón de aspectos pero uno fundamental es el pensamiento abstracto e ideológico de cada persona, así que miren la cantidad de opiniones que puede haber. Dicho esto, enfoquémoslo desde el aspecto objetivo, es decir de los hechos irrefutables que no tengan que ver con las opiniones partidarias.
Entonces podríamos llegar a las siguientes conclusiones:
Con la ley se estaría creando los Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado – FASE – que no es más ni menos que agrupar en una sola las tres empresas que actualmente tienen el manejo de los trenes como lo son ADIF (Administración de infraestructura Ferroviaria); OFSE (operadora ferroviaria sociedad del Estado) y Belgrano cargas y Logística SA (cargas)
De la lectura del articulado se destaca lo siguiente:
1. Con respecto a la ley anterior el avance es notable, porque ya deja de ser una mera norma administrativa que crea reparticiones.
2. Incluye claramente en su texto la prioridad de los ferrocarriles como política social de estado.
3. Deja establecido que se deben hacer acciones continuas para mantener y mejorar el servicio ferroviario.
4. Tiene como objetivo prioritario la política de reactivación de los ferrocarriles de pasajeros y cargas.
5. Establece:
 La renovación y mejoramiento de la infraestructura ferroviaria.
 Incorporación de tecnología para mejorar la eficiencia de los servicios.
6. Garantiza la integración de del territorio nacional y la conectividad del país.
7. Deja establecido claramente que la administración la ejerce el estado nacional.
8. Participa al sector público y privado para la prestación de los servicios, es decir los trabajos se pueden tercerizar.
9. Hace énfasis en los derechos de los usuarios.
10. Propone el libre acceso a la Red Nacional de Cargas.
Esto es lo que está en la ley, te puede gustar o no, pero esto es lo que está escrito, al menos hasta el momento de tener media sanción en le Congreso Nacional. Si sufriera alguna modificación en el Senado lo discutiremos oportunamente.
En mi opinión, si la comparamos con la antigua ley el avance es notable, porque establece claramente principios base como línea directriz de planes y acciones que marcan el rumbo que deberán seguir las políticas ferroviarias con el objeto de recomponer los trenes y mantenerlos. Esta afirmación, no invalida, reconocer que, al que suscribe y a muchos más, les quedó haciendo “ruido” que la norma deja establecido la posibilidad de “tercerizar” los servicios y este coqueteo con la parte “privada” inquietó a algunos que afirman que con este punto la ley en manos de políticas neoliberales posibilitaría una privatización encubierta y si a esto le agregamos que sectores de derecha como el Macrismo apoyó el proyecto oficial, hace que algunos frunzan el ceño. Yo creo, que en realidad que este apoyo fue más para evitar el escrache público que por la otra cuestión.
No obstante, insisto, en mi opinión, cuando definitivamente se convierta en ley estaremos en presencia de un progreso impensado hasta el momento en materia de trenes.
No dudo que el pensamiento gataflorista argumentará el momento, muchas cosas, como por ejemplo, porque no lo hicieron antes, que las formas, que son estrategias electorales etc. y probablemente en algún punto tengan razón… entonces qué tenemos que hacer ponernos mal por se están reactivando los trenes?
Por ahora la cosa esta calma, en ciertos lugares, demasiado calmo para mí gusto, en algunas provincias, perecería no importar mucho el tema… es muy probable que la calma del pueblo, de la gente de la ciudadanía termine cuando comiencen a reactivarse ramales en el interior en ese punto a mi juicio la demanda por contar con ese servicio se va a viralizar y el grito de QUE VUELVAN LOS TRENES AL INTERIOR, será seguramente escuchado por todos.
Daniel Raúl Pons