Los principales problemas de salud de los choferes, vienen determinados por las peculiaridades de las condiciones de trabajo, que se pueden resumir en las siguientes condiciones.
1) Fatiga
La mayoría de los choferes, tienen largas jornadas de trabajo que van desde las 12 horas a las 14 diarias, llegando incluso algunos a realizar 16 horas de trabajo al día.
Estas largas jornadas condicionan la manera de organizarse su vida familiar y social. Además de los posibles accidentes por cansancio que pueden producir.
Por otro lado gran parte de los conductores, dedica su tiempo de descanso al mantenimiento del vehículo, vale decir entonces que no descansa como corresponde.
Además, cabe destacar, que estos períodos de descanso normalmente, no son elegidos en función de la necesidad del cuerpo, sino cuando el servicio lo permite o está establecido por alguna normativa.
Por lo general tienen dificultad para llevar a cabo un régimen de comida adecuado y el tiempo que dedican a ello es insuficiente, y muchos de ellos incluso comen en lugares improvisados dependientes del último servicio que han prestado, lo que en definitiva está condicionado por el tipo de horario de trabajo. La mayoría de las veces comen alimentos grasos y poco aconsejables denominados habitualmente “comida chatarra”.
Los problemas de visión también pueden tener su origen en la fatiga visual, ya sea por deslumbramientos, o por el esfuerzo continuo para una conducción segura. El resultado final suele ser la disminución de la visión.
El fallo humano suele ser la explicación de por qué ocurre la casi totalidad de los accidentes. Se ha demostrado mediante estudios detallados, que el fallo humano incluye factores como la fatiga, sobrecarga, problemas de vigilancia y atención, y los efectos del medio ambiente, entre otros factores.
La fatiga se define como la disminución de la capacidad para el trabajo causada por un esfuerzo previo. Disminuye el estado de vigilia de los sentidos, constituyéndose en un gran obstáculo para la actividad de conducir.
La reversibilidad de la fatiga depende de los períodos de descanso. Mejora durmiendo o descansando únicamente, aunque bien es cierto que la escasez de tiempo de descanso o las modificaciones periódicas de los horarios de trabajo dificultan la eliminación de la fatiga por lo que ésta evoluciona hacia fatiga crónica, con todo su componente sintomático: sensación de malestar, preferentemente por las mañanas, al inicio del trabajo, con trastornos del carácter y tendencias depresivas.
2) Estrés
Debemos tener en cuenta que es una tarea que lleva una gran carga mental, traducida por la suma de tensiones inducidas en una persona por las exigencias del trabajo que realiza. Hay un intenso procesamiento de información del entorno a partir de los conocimientos previos, actividad de rememoración, de razonamiento y búsqueda de soluciones. Está siempre sometido por el ritmo de trabajo, el nivel de atención, la fatiga visual, auditiva y mental, lo que le provoca un aumento de su estrés. Algo que es mayor cuando se realiza el trabajo en horario nocturno.
“Si se aguanta el sueño durante mucho tiempo, el cerebro en algún momento se duerme de forma espontánea. Dura un instante, pero puede ser muy peligroso si ocurre cuando se conduce”.
Esta carga psíquica también está dada por la constante atención al público, al tráfico, y la falta de relaciones personales y sociales por este tipo de trabajo en solitario, aumentado por la necesidad de retribución mínima diaria.
Dado los antecedentes analizados anteriormente, fatiga, estrés, se puede predecir una cierta probabilidad de producción de hipertensión arterial e infartos.
3) Vibraciones
La hipoacusia, es una de las secuelas del ruido al que están expuestos, ya que éste proviene tanto de la ciudad como del propio vehículo. Las otitis también son frecuentes por el uso inadecuado de las ventanillas.
Y sobre todo el ruido y las vibraciones a veces producidas por el mismo vehículo o a veces por defectos en la carretera, o diseño defectuoso del asiento del conductor, que no suele estar preparado para absorber las vibraciones.
El LEP o Listado de Enfermedades Profesionales, considera que las vibraciones son oscilaciones de un cuerpo o de partículas alrededor de una posición en reposo. Precisamente manifiesta que las actividades laborales que pueden generar vibraciones de cuerpo entero, son por ejemplo los conductores de vehículos pesados, los operadores de grúas y máquinas viales.
Considera que las enfermedades que pueden producir estas vibraciones de cuerpo entero son la Espondiloartrosis de la columna vertebral en el sector lumbar y también calcificaciones de los discos intervertebrales.
Quien esto escribe está en desacuerdo con la ley, en el punto mencionado anteriormente expuesto, por un razonamiento muy simple. Si el hombre trabaja conduciendo un vehículo con vibraciones de cuerpo entero (así se denominan en la ley), ¿Cómo puede ser que sólo se reconozca las producidas en el sector lumbar? Y no las del sector cervical o dorsal. Tampoco de los codos, rodillas o muñecas. Si el hombre vibra todo, ¿No es razonable pensar que también afecta los otros sectores?
Esto es una más incongruencia de la ley 24557, que algún día tendrá que reverses.
4) Ergonómicos
Las principales lesiones que puede padecer un chofer son las lumbalgias y alteraciones músculo esqueléticas por discopatías, giros y flexiones de la columna por la postura sedente en que se realiza su trabajo. Las articulaciones y piernas pueden sufrir por la misma razón, giro, torsiones, extensiones de forma repetitiva durante demasiadas horas.
Igualmente pueden sufrir contracturas musculares que son producidas por la combinación del ejercicio repetitivo y los cambios bruscos de temperatura. El problema de estas lesiones es que presentan muchas recaídas, acentuándose con la edad.
Además es muy común que los choferes tengan problemas prostáticos, ello se atribuye a la posición sedente de su trabajo y la presión constante de la glándula prostática, que se va agravando con la edad.
En conclusión, la profesión del chofer es una actividad potencialmente insalubre debido a las condiciones laborales que caracterizan la tarea, como la informalidad o la exposición a diferentes fuentes de riesgos para la salud. El objetivo del presente trabajo fue aportar información sobre las condiciones laborales, el estado de salud, los hábitos y las estrategias de afrontamiento de los conductores. Los datos se obtuvieron por medio de un cuestionario de auto-informe. Se realizaron análisis descriptivos sobre los diferentes aspectos estudiados. Los resultados indicaron que la jornada laboral típica era de 10 o 12 horas, que el riesgo de participar en un siniestro o de ser asaltado durante la jornada laboral era elevado, que los problemas de salud física y emocional más prevalentes eran dolores músculo-esqueléticos, mal humor e irritabilidad, sensación de cansancio y ansiedad, que los hábitos alimenticios eran poco saludables y bajos los niveles de actividad física, y que las estrategias de afrontamiento típicas eran de carácter paliativo e individual.