Rivera fue puesto en libertad y continuó su camino hacia Bolivia donde dirige un seminario internacional.
Óscar Rivera agradeció la movilización internacional que se llevó a cabo para apoyarlo tras su ilegal detención en Panamá.
El puertorriqueño Oscar López Rivera agradeció las muestras de apoyo a su favor por parte de las comunidades del mundo tras ser detenido arbitrariamente en Panamá.
En el momento de la privación de su libertad, Rivera se dirigía hacia Bolivia para participar en el seminario denominado «América Latina en Disputa».
López Rivera estuvo detenido por 18 horas en el aeropuerto de Ciudad de Panamá, explicó que cuando llegó a ese país el lunes 6 de agosto le «estaban esperando un grupo de guardias quienes le llevaron a un cuarto y me dijeron que yo no podía entrar a Panamá porque era ilegal y me deportarían a Puerto Rico a pesar de que contaba con mi pasaporte habilitado», dijo Rivera.
Rivera detalló que el vuelo de regreso a Puerto Rico sería pagado por EEUU, ofrecimiento al que respondió «le dije a los guardias que no deberían hacer eso porque ese es el trabajo sucio que quiere Washington que hagamos los latinoamericanos y eso no lo deben hacer por ningún país».
Gracias a la mediación de Bolivia, Rivera pudo continuar con su viaje junto a su acompañante el abogado José Juan Nazario.
Rivera fue encarcelado en 1981, condenado a 55 años de prisión por supuesta conspiración sediciosa para derrocar al gobierno de Estados Unidos. En 1988 le otorgaron 15 años más de prisión por un intento de fuga.
En enero de 2017 el presidente estadounidense Barack Obama le otorgó la libertad y tras 36 años de prisión Rivera fue liberado el 17 de mayo de 2017.