Treinta años atrás, era impensado que tantos niños y adolescentes utilicen el transporte público de pasajeros. La bicicleta y también las motos en menor medida se convirtieron en el medio de transporte para poder llegar a clases. Sin embargo, por diversas cuestiones, el escenario fue cambiando y los estudiantes esperan cada día en las distintas garitas y paradas la llegada del bondi.
A la hora de entender la elección de los chicos, y sus familias, se encuentra la frecuencia del transporte público, lo que permite llegar al colegio antes que suene el timbre de entrada. Otro, que si bien no abarca a todos los pasajeros diarios, es la ubicación de las paradas que en muchos casos ofrece un servicio puerta a puerta, es decir, de casa hasta la escuela sin escalas.
Y el tercero, pero quizás más trascendental, es que muchos de los alumnos secundarios son favorecidos al poseer el Boleto Educativo Gratuito, lo que les permite transportarse de manera gratuita. Cabe destacar, que el tarifario de boletos tiene un precio especial para estudiantes universitarios de 20 % menos, al viajar a otras provincias, que los que abona el ciudadano común.
Para Kika, que cursa el quinto año en la escuela, el colectivo aparece como la forma «más cómoda» para ir a la escuela: «Me lo tomo en la esquina de mi casa y me deja en la esquina de la escuela», aseguró. Algo similar le sucede a Ángeles, quien cursa el segundo año del colegio San Martín, quien resalta también la comodidad y además la gratuidad: «Con el boleto no me sale nada», expresó la adolescente.
José está en primer año del colegio y desde su casa hasta el colegio debe tomar dos colectivos a la ida y otros dos a la vuelta. Pero para él eso no es un problema: «Uso el colectivo hace un año y está bueno, me deja cerca de la escuela», valoró.
Janet, otra de las entrevistadas, empezó a usar el servicio hace un año luego de cambiarse de escuela: «Como no tengo bici, ni moto, el colectivo es la mejor forma de ir», sostuvo.
Algo de vital importancia para entender el gran uso que se hace del transporte público es que las unidades muy rara vez llegan a tiempo a las paradas y por ende al destino final. En este caso, no pasa por la espera, que puede resultar agobiante, sino además por tener la seguridad de los usuarios. En este caso, todos los chicos consultados por Clases de Manejo… garantizaron que el colectivo casi nunca pasa a tiempo y siempre llegan tarde salvo que salga una hora más temprano
Y para concluir, a la hora de viajar en colectivo recomendamos:
Esperar el colectivo sobre la vereda, nunca sobre la calzada.
Subir siempre por la puerta delantera, aunque haya que esperar más tiempo.
Agarrarse del pasamanos al ascender, descender y durante el viaje, si se viaja de pie.
Evitar quedarse parado u apoyado junto a las puertas del vehículo.
Evitar hacer llamadas o enviar mensajes por celular o escuchar música si el viaje es corto o se está por ascender o descender del vehículo.
Acercarse a la puerta de descenso con suficiente tiempo para bajar tranquilos.
Evitar sacar los brazos por la ventanilla.
Colocarse la mochila de costado, en lugar de atrás, para no molestar a otros y descender más seguro.
Mirar siempre hacia atrás al descender del transporte, para evitar tener problemas con otros vehículos.
Nunca cruzarse por delante del colectivo salvo que esté detenido ante un semáforo.
No olvides que se aconseja que los niños menores de 10 años viajen acompañados por alguien mayor que cuide de ellos.