San Luis (LaNoticia) 02-10-17. ¿Hasta cuándo los dirigentes locales dejarán que los porteños decidan en San Luis?
Cuando vinieron funcionarios nacionales del anterior gobierno, como las dos visitas de Macri a San Luis, el maltrato a la prensa local fue el sello de los porteños. Pero en esta última visita de Macri, la cosa pasó a mayores.
Todo comenzó cuando tuvimos que pasar nuestras cámaras fotográficas y de video por un escáner montado en una camioneta al ingreso al polideportivo Ferré de La Punta. Tal como si pudiéramos llevar oculta en nuestras herramientas de trabajo, una especie de arma mortal con la cual atentar contra la seguridad y la vida del presidente, así nos trataron las fuerzas de seguridad. Como si fuéramos terroristas de Al Qaeda o el ISIS. Pero nos preguntamos ¿En dónde está la dirigencia de San Luis que le digan a los porteños, `paren acá la cosa es distinta´? ¿En dónde está esa dirigencia que no duda en llamarnos cuando necesitan comunicar algo a la sociedad, que no aparecieron para decirles a los porteños que acá mandan ellos?
Como si hubiera sido poco el escáner, tuvimos que pasar por un efectivo que nos pasó por cada parte del cuerpo un detector de metales, como si la bomba o el arma mortal no la lleváramos en las cámaras, sino en nuestros cuerpos. Así, cada vez que el apartito sonaba, teníamos que mostrar las llaves del auto, la billetera -vacía por supuesto-, las llaves de la casa y cuanto metal lleváramos encima. ¿A quién le puede pasar por la cabeza que periodistas del interior, sumamente conocidos la gran mayoría, arruinaríamos nuestras vidas para atentar contra un presidente? Solamente a estos porteños paranoicos.
Como si eso hubiera sido poco, se dispuso de un palco para la prensa de apenas unos 10 metros de ancho, espacio en el que nos tuvimos que apretar más de 30 medios, trabajando con una incomodidad insoportable.
A la hora de querer hacer imágenes, no podíamos circular entre el público, como si los invitados fueran ciudadanos de primera y los periodistas unos terroristas que debíamos estar en un solo lugar, bien controladitos por los organizadores (¿?).
Carlos Rubén Capella
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