La operación del financista del kirchnerismo «misteriosamente muerto» en la vía pública tras denunciar supuestas operaciones oscuras durante el gobierno anterior terminó de caerse hoy con el archivo de la causa por “inexistencia de delito”.
Así lo resolvió el juez Osvaldo Rappa luego de analizar las pruebas producidas en la pesquisa, entre ellas un examen toxicológico que arrojó resultado «negativo» sobre la presencia de alguna sustancia que pudiera haber causado el infarto que lo dejó sin vida.
En su dictamen previo a la decisión del juez, el fiscal Adrián Péres había opinado que la muerte del financista se había producido a raíz de los problemas que, desde hacía años, padecía.
Además, el fiscal había concluido que las lesiones y hematomas que presentaba el cadáver del financista se debían a «las acciones de reanimación» que habían sido realizadas con la intención de reanimarlo luego de que cayera en la acera, cerca de la intersección de la calle San Martín con la avenida avenida Corrientes.
La muerte de Ducler llamó la atención de los investigadores porque días antes de su deceso había hecho una presentación ante la Unidad de Información Financiera (UIF) en la que adelantaba que contaría hechos de corrupción vinculados con el gobierno del Frente para la Victoria.
De hecho, había sido su propio hijo, Juan Manuel Ducler, quien, en declaraciones periodísticas y luego ante la Justicia, había consignado haber acompañado a su padre, dos días antes de que muriera, a realizar esa presentación en la sede de la UIF, donde -relató- habían intentado infructuosamente entrevistarse en el mismo momento con el titular de esa unidad, Mariano Federici.
«Papá tenía todos los papeles. Papá, tenía todo. Todo», había asegurado Juan Manuel Ducler, quien indicó que su padre «sabía sobre el manejo de los fondos de Santa Cruz y su vínculo con el Banco de Santa Cruz, la adquisición de YPF y el acceso a la presidencia de Néstor Kirchner, en 2003».
Las primeras pericias realizadas en el marco de la investigación de la muerte del financista, a cargo de médicos del Poder Judicial, ya habían indicado que Ducler murió por una «isquemia», producto de repetidos infartos cardíacos anteriores y un corazón que pesaba casi el doble de lo normal para un individuo de esa edad y talla.
Ahora, con la decisión del juez Rappa y la conformidad del fiscal, el único que podría apelar el archivo de la causa es el hijo del financista.
En la tarde del pasado 1 de junio, Ducler caminaba solo por la calle San Martín al 300, en el microcentro porteño, cuando al llegar a la intersección con la calle Corrientes se desvaneció repentinamente.
La secuencia fue vista por el empleado de seguridad de una entidad bancaria y por una cámara de seguridad de la zona, que captó el momento en que el financista apoyó una de sus manos sobre la vidriera del banco y con la otra se tomó el pecho, tras lo cual cayó de espaldas al suelo.
La autopsia efectuada constató que Ducler presentaba dos lesiones en su zona costal y esternón, pero aclaró que «eran compatibles con las maniobras de resucitación» que le fueron realizadas por personal de una ambulancia que lo asistió en el lugar en el cual se desvaneció.
Instantes después, una unidad del SAME trasladó a Ducler, inconsciente, al Hospital General de Agudos Cosme Argerich, en el barrio porteño de La Boca, donde falleció a las 15.50 del 1 de junio.