El domingo asistimos en San Luis a un nuevo agravio a nuestra república con democracia.
La justicia electoral recibe una sola lista de pre candidatos del oficialismo adolfo-albertista y a su vez oficializa una sola lista de la «oposición» AVANZAR – CAMBIEMOS. Por lo tanto ambos frentes electorales han presentado en la mayoría de departamentos y localidades de la provincia una sola lista. Sin embargo la justicia electoral hace que se vote solamente en el caso de la lista AVANZAR – CAMBIEMOS.
Una afrenta a la justicia que nos avergüenza a todos los que tenemos al menos un mínimo grado de conocimiento.
Pero esta vergüenza comenzó antes y no en la justicia precisamente.
Quienes firmaron el frente AVANZAR – CAMBIEMOS impusieron que sólo habría lista única para todos los cargos.
AHÍ ESTÁ LA MADRE DEL BORREGO, la que dio pie al adolfo-albertismo para hacer otra de sus trapisondas a través de su propia justicia.
Ningún pacto de dirigentes, ningún organismo partidario por aplastante que haya sido la votación en el momento de decidir puede, en una república con democracia, limitar o prohibir la participación de las minorías.
Hacerlo es lisa y llanamente una violación de los derechos de los miles de afiliados que integran esos partidos.
En este caso además, parece que algunas minorías, además de ser bien minoritarias y sin capacidad para cumplir los requisitos que se fijan en su propio partido, no ven más allá de sus ombligos y terminan siendo funcionales al feudo.
Duele también que algo así haya ocurrido de parte de quienes dicen que quieren derrotar al feudo adolfo-albertista.
Nunca se lo vencerá con las mismas armas autoritarias.
Las presuntas elecciones PAS del domingo son una vergüenza de parte del gobierno provincial. No olvidemos que primero, todo comenzó con una vergüenza de parte de la oposición.
Los argentinos estamos muy politizados, pero sin cultura política.