Los ríos crecieron por las constantes lluvias y cientos de personas tuvieron que ser evacuadas. El pronóstico del clima no es alentador.
Nueve puentes situados en el sur y noroeste de Tucumán cayeron a raíz de la crecida de los ríos por las constantes lluvias que afectan a la provincia desde hace varios días, lo que obligó a cientos de personas a dejar sus hogares mientras se esperan abundantes lluvias para el fin de semana.
La intensa tormenta que se produjo antenoche provocó el crecimiento intempestivo del río Lules de la ciudad homónima, ubicada a 25 kilómetros al suroeste de la capital, a la que no se puede acceder por la ruta 301 debido a la caída del puente.
Este paso es el más utilizado para unir ese municipio con San Miguel de Tucumán, por lo que la situación genera numerosos inconvenientes para quienes trabajan o estudian en la capital.
«Estamos atravesando una situación muy grave», reconoció el intendente de Lules, César Dip, quien manifestó que la crecida del río «fue impresionante» y que no recuerda «antecedentes de estas características».
Las primeras estructuras que cedieron este fin de semana fueron las ubicadas sobre el río La Sala (ruta 305), que une El Sunchal con Villa Padre Monti y Río Nio, además del terraplén de acceso al puente sobre el río Calera (ruta 321).
«Como la preocupación también es lo que se viene, llegarán técnicos de la Nación para hacer una evaluación de lo que puede pasar en las próximas 48 horas y de lo que necesitamos en Tucumán», dijo el gobernador tucumano José Alperovich.
Por último, les pidió serenidad a todos los afectados y destacó que «tratamos de hacer todo lo necesario para que la gente sufra lo menos posible» al tiempo que destacó que «los daños económicos los veremos después y no tengo dudas de que lo vamos a resolver».