San Luis (LaNoticia) 05-07-17. “Es por orden del intendente Reynaldo Pastor”, le dijo el policía a cargo del operativo. Escudero abandonó el campo sin resistir.
Guillermo Domeniconi, representante legal de don Mario Escudero, señaló que “es lógico que don Mario no crea en la justicia y por eso haya intentado recuperar su campo como lo hizo”, añadiendo que “el juez Giménez tiene el expediente para resolver hace más de un año y no sé por qué no lo hace”. Domeniconi asintió cuando le señalamos que es probable que Giménez tenga miedo de resolver el expediente porque no le quedaría otra que devolverle el campo a Escudero contrariando los deseos de Alberto Rodríguez Saá.
Para Domeniconi, a Escudero “lo desterraron” de su campo en Estancia Grande por “no encajar en el modelo” que Alberto Rodríguez Saá quiere para esa localidad, puesto que “quiere que sea un lugar exclusivo para gente amiga del poder” y de un estatus social del cual Escudero está lejos, porque “don Mario es una persona humilde, con pocos recursos, un chacarero que no encaja en ese modelo”.
En lo jurídico recordó que “el Superior Tribunal de Justicia de San Luis, el año pasado le dio la razón a don Mario, diciendo que no se puede expropiar por Decreto y que no pueden expropiarse 222 hectáreas para hacerse cuatro edificios”, medida que le ordenó al titular del Juzgado Civil Nº 2, Eduardo Rodolfo Giménez que debe fallar, algo que le debe hacer temblar el pulso.
“Esto es como pelear el león con la oveja”
Por su parte, Mario Escudero señaló que esta pelea que mantiene con el Gobierno y la (In)Justicia de San Luis por recuperar el campo que legítimamente le pertenece, es “como pelear el león con la oveja”, afirmando que a pesar de su edad “voy a seguir peleando por lo que es mío”.
El paso del tiempo
Con el paso del tiempo, ya casi 10 años, se demostró que la expropiación compulsiva e ilegal de los campos de Escudero y otras familias de Estancia Grande fue un mero capricho de Rodríguez Saá, puesto que en el campo La Emilia no se construyó absolutamente nada, y si había una utilidad pública para esos terrenos, nunca fue real.
Hace un poco más de un año, don Mario Escudero les escribió una carta a los integrantes del Superior Tribunal de Justicia –clic acá para ver archivo-, la que seguramente tuvo como destino un papelero porque nunca fue respondida.
En contexto
El 16 de octubre 2009, el gobernador Alberto Rodríguez Saá firmó el Decreto 3.083/09 que ordenaba la expropiación de 222 hectáreas y 6.333 metros de terrenos ubicados en El Durazno, Departamento Pringles, Municipio de Estancia Grande.
Los terrenos serían destinados, según el Decreto expropiador, “al emplazamiento de un Centro Cívico, una escuela pública, un centro de salud”, de los cuáles solamente se construyó el Centro Cívico -hoy denominado Casco Urbano- en uno de los terrenos, una especie de centro comercial de arquitectura extranjera y en el terreno expropiado a los Escudero, nada, absolutamente no se ha construido nada. Allí se dijo que se iba a construir un hotel de muchas estrellas, después que iba a construirse una especie de universidad ecologista, pero la realidad le ganó a la ficción y los yuyos ganan el paisaje en el campo de los Escudero.
Desde marzo de 2010, mes en que la entonces juez Civil Nº 2, Alicia Beatriz Rodríguez, ordena el desalojo compulsivo de los Escudero y otros vecinos que resistían con aguante de la gente el atropello gubernamental, la familia Escudero comenzó una larga lucha en defensa de su propiedad privada. Presentaron escritos y más escritos ante Rodríguez, presentaron testigos que legitimaban su propiedad sobre el campo y fue la propia Rodríguez quien comenzó a desandar judicialmente las expropiaciones a punto tal que despertó el enojo del poder político local que terminó echándola del Juzgado. Con Rodríguez fuera del Poder Judicial, los jueces subrogantes que tuvieron el expediente en sus manos no dudaron en ordenar una y otra vez, de manera sistemática el desalojo de los Escudero de su campo.
Durante más de un año, los Escudero resistieron -junto a vecinos, amigos, militantes sociales, políticos- el desalojo, el que finalmente llegó y de la manera más despiadada, puesto que en horas de la madrugada policías de grupos especiales los sacaron a fuerza bruta, a los palos, incluso sin respetar a los nietos de don Mario, todos menores de edad.
Carlos Rubén Capella
lanoticiaensl@gmail.com