Desde el mes pasado hemos tenido varios eventos sobre la seguridad vial, hasta campañas proselitistas a nivel provincial, a tal efecto, en el marco de la conmemoración del Día Nacional de la Seguridad Vial, que se realiza todos los 10 de junio, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) realizó un relevamiento en América Latina que advierte por la falta de compromiso para disminuir las causas que provocan los accidentes de tránsito.
Esta advertencia es notable, dado que en un programa de radio escuche a una de las autoridades (la Sra Bareto) decir q los accidentes habían disminuido, le quiero informar querido lector, y usted mismo lo puede verificar en la web que los guarismos vienen en franco ascenso.
Y esto lo digo dado que los primeros días de junio me llegaron los datos del Gobierno nacional donde San Luis está dentro del `top five´ en cuanto a muertos por accidentes de tránsito se refiere.
Querido lector, acompáñeme y reflexionemos juntos esta información:
La tasa de mortalidad (la relación entre el número de muertos y la población), se descubre que Santiago del Estero ostenta el promedio más elevado: 35,8 víctimas fatales cada 100.000 habitantes. Le siguen San Luis (24,9) y Catamarca (23). Luego, en la otra punta, están la provincia de Buenos Aires (9,3), Tierra del Fuego (5,1) y la Capital Federal (3,2).
En consecuencia le cuento que estos datos son inexactos, dado que los mismos no incluyen a las personas que mueren en hospitales a consecuencia de los accidentes. Sólo contemplan los decesos ocurridos in situ.
Sigamos pensando juntos por favor:
La ONG Luchemos por la Vida
Total de muertos en 2016 en Argentina señala:
(Cifras provisorias al 11/01/2017): 7.268*
(Promedio diario: 20 – Promedio mensual: 606)
Contra los 5.600 muertos que declara la Agencia Nacional de Seguridad Vial.
Y las cifras aportada por la ONG sí tienen en cuenta a los fallecidos en el hecho o como consecuencia de él, hasta dentro de los 30 días posteriores, según el criterio internacional más generalizado. Las cifras utilizadas son las últimas disponibles (oficiales, de origen policial o municipal, la mayoría), actualizadas. Como la gran mayoría de las cifras originales sólo computan los muertos en el momento del accidente, las mismas también han sido corregidas según índices internacionalmente aceptados, a fin de permitir una apreciación, estudio y comparación seria de la mortalidad en la accidentología vial argentina.
Y no puedo no recordarle mi columna anterior, la teatralización de las políticas publicas
El Día Nacional de la Seguridad Vial tiene como objetivo focalizarse en la problemática de los accidentes de tránsito y promover herramientas para tomar conciencia sobre sus causas y reducir los factores de riesgo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que anualmente mueren alrededor de 1,3 millones de personas, lo que representa más de 3.500 muertes por día.
Respecto a Latinoamérica y el Caribe, el panorama es bastante desalentador teniendo en cuenta que, según el informe de la OMS del año 2015, los fallecidos representan anualmente más de 85.000 vidas.
Frente a este escenario, la FIA destaca la escasa formación del personal a cargo de los controles y las carencias existentes en los programas de educación que se imparten en todos los niveles educativos para generar conciencia vial en las generaciones venideras.
Además, FIA remarca que es imprescindible impulsar mayor participación, diálogo y coordinación entre organismos nacionales, provinciales y locales, tanto públicos como privados dedicados a la seguridad vial. «Es esencial la continua articulación entre instituciones gubernamentales y privadas de forma eficiente, ya que esto facilitará el desarrollo de planes integrales de seguridad vial en nuestro país, acompañados de políticas públicas concretas a largo plazo», explicó Leandro Perillo, gerente de Movilidad y Políticas Públicas de la Federación Internacional del Automóvil para Latinoamérica.
Según el relevamiento, otro de los aspectos a trabajar es la necesidad de actualizar las normativas vigentes con relación a la velocidad, el uso del casco, la ingesta de alcohol, la utilización del cinturón, y la forma en la que viajan los ocupantes en el vehículo. En cuanto a la seguridad vial infantil, en la Argentina, el 80% de los menores son transportados de forma insegura en los vehículos, debido a que no cuentan con sillas de seguridad homologadas.
Por otra parte, para una adecuada implementación de políticas y acciones en seguridad vial, es importante contar con un sistema confiable de datos e indicadores que contribuyan a la toma de decisiones. «Respecto a las estadísticas, es imprescindible que sean confiables para conocer la realidad y así identificar los factores de riesgo presentes, permitiendo tomar decisiones basadas en información objetiva», destacó Pablo Azorín, jefe de Seguridad Vial y Medio Ambiente de FIA para Latinoamérica.
Sobre los usuarios vulnerables, uno de los estudios de FIA, reveló que más del 30% de los peatones presenta conductas riesgosas como circular distraído al utilizar dispositivos electrónicos y no respetar las normas de tránsito; y en cuanto a los ciclistas, 8 de cada 10 no cumplen con la reglamentación necesaria para circular de forma segura en la vía pública.
En el caso de la seguridad de los vehículos, en Argentina como en el resto de América Latina, lamentablemente, presentan un atraso de al menos 20 años respecto a Europa en términos de regulaciones técnicas referentes a seguridad. Además, las normas que se exigen hoy en nuestro mercado carecen de control y del monitoreo apropiado.
«Latin NCAP ha logrado impulsar mejoras de seguridad vehicular voluntarias en casi todos los fabricantes de la región, por encima de las que exigen los gobiernos hoy, tras 7 años de trabajo con un presupuesto total acumulado de sólo 2.500.000 de Euros, y sin que los tests de Latin NCAP sean obligatorios, es decir, imaginen todo lo que se podría lograr si fuera obligatorio que todos los vehículos de la región deban ser evaluados por Latin NCAP para informar a los consumidores desde cuáles son cero estrellas hasta cuáles garantizan 5 estrellas de seguridad», manifiesta Alejandro Furas, Secretario General de Latin NCAP.
En conclusión “No importa cómo soplan los vientos, sino cómo uno ubique las velas. En el mismo mar y con las mismas condiciones climáticas dos barcos a vela pueden dirigirse en direcciones opuestas”.