San Luis (LaNoticia) 19-04-17. “El gobernador se reunió con la ex presidenta porque quiere los votos K contra la amenaza del opositor Claudio Poggi”, sostuvo el matutino antiK.
“El plan de Macri fracasó, hay que pensar en la reconstrucción: van a dejar una deuda enorme y la industria destruida. En sintonía, Cristina de Kirchner y Alberto Rodríguez Saá compartieron el diagnóstico. Fue, según reconstruyó Clarín, el broche de la charla entre la ex presidente y el gobernador de San Luis en el Instituto Patria, el 10 de abril pasado”, dice el matutino que se empeña en criticar todo lo que tenga `olor K´. –hacé clic acá para ver la nota original
El matutino porteño sostuvo que “el encuentro rompió una tradición bélica entre los dos clanes, los Kirchner y Rodríguez Saá, que se remonta a 2001 cuando el interinato presidencial de Adolfo se truncó por el vacío de los gobernadores del PJ, entre ellos Néstor Kirchner”, agregando que “el puntano le reprochó al patagónico -compartían el bloque de mandatarios federales- que no le anticipó la emboscada que, decía, le armaba Eduardo Duhalde. La furia perduró: en 2003, Adolfo respaldó a Carlos Menem en un balotaje que no fue. Y siguió en los años K cuando los Rodríguez Saá fueron opositores intensos y, a veces, funcionales”.
Efecto Poggi
En la nota, se establece claramente que Rodríguez Saá, más que enfrentar a Macri, lo que está buscando es frenar al ex gobernador Claudio Poggi, captando los votos kirchneristas de San Luis.
“Pero hay asuntos bien pedestre. Claudio Poggi, peronista que fue ahijado de los Rodríguez Saá, que fue gobernador hasta 2015, se rebeló, abrazó el macrismo y desafía al Adolfo que pretende reelegir como senador. Poggi configura una amenaza electoral inédita para el clan desde 1983 con su política de alianzas”.
“Alberto se arrimó a Cristina mirando el voto K de su provincia que en la elección de gobernador de 2015 rozó el 14 %. En ese tránsito, viajó a ver a Milagro Sala, dio una suba de hasta 60 % a los docentes y calificó de `perseguida judicial´ a la ex presidente. Para Cristina es una extrañeza: a un año y medio de dejar el poder, excepto su cuñada Alicia, ningún gobernador peronista le responde. Rodríguez Saá le arrima territorialidad y una dosis de PJ clásico”.
Carlos Rubén Capella
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