El líder de la delegación del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Pablo Beltrán, aseguró que con la fase pública de los diálogos de paz, instalada este martes en Ecuador, están intentando «desarrollar una salida política al conflicto».
«Nos alienta la esperanza del pueblo de poner fin al conflicto» así como el respaldo de la comunidad internacional, afirmó.
Beltrán aseguró que «en este momento histórico el principal propósito nacional es la búsqueda de la paz», por lo cual se necesita sumar fuerzas de las mayorías.
El líder insurgente enfatizó que para lograr la paz es fundamental «resolver las diferencias que nos has separado por décadas», pero que eso depende de la voluntad de cada parte para cambiar.
Condenó que los medios de comunicación hablan de los cambios que debe hacer la guerrilla, «pero poco dice del cambio que debe hacer el régimen para que llegue la paz». En este sentido, recordó que el año pasado fueron asesinados un líder social de izquierda cada tres días y este año hubo una muerte cada dos días
«La realidad demuestra que solo matan a activistas de fuerzas alternativas y de izquierda», dijo Beltrán y aseguró que este nuevo genocidio no se va a detener con fuerzas policiales «lo que se requiere es voluntad para terminar el conflicto».
Beltrán afirmó que el ELN está dispuesto a asumir la responsabilidad por los hechos del conflicto «y esperamos que la otra parte haga lo mismo». Recordó que en la actualidad «nadie de las élites dominantes asume la responsabilidad del accionar de los paramilitares».
El jefe de los diálogos explicó que la insurgencia no pretende «pedir una revolución por decreto, pero sí esperamos unos cambios básicos urgentes para abrir el camino a una Colombia de paz, democrática y soberana», donde haya una justa redistribución de la riqueza y el poder.
Dijo estar consciente de los daños que ha ocasionado la guerra en Colombia a países vecinos, por lo que están seguros de los diálogos ayudarán a convertir a América Latina en una zona de paz.
Hizo un llamado a todos los colombianos a movilizarse para lograr la paz y, además, pidió garantías para la participación de la sociedad en la mesa de diálogo.