San Luis (LaNoticia) 14-12-16. Desde la constitución de la mesa para la conferencia hasta las declaraciones dadas fueron dignas de Cambalache.
La letra del tango Cambalache, escrita por el visionario Enrique Santos Discépolo, se pareció más que nunca a la conferencia de prensa brindada ayer por Ricardo Alfonsín y Juan Manuel Casella a su arribo a nuestra provincia para participar de actos referidos a un nuevo aniversario -el pasado 10 de diciembre- de la llegada al gobierno de su padre Raúl.
La conformación de la mesa ya dio qué hablar, porque quienes trajeron a Alfonsín fueron los radicales históricos Horacio Quevedo y Jorge `Pupa´ Agúndez, ambos permanentes críticos de la decisión de la Unión Cívica Radical de aliarse con el PRO; pero en el otro extremo estaba sentado Fidel Haddad, quien es diputado provincial por Cambiemos, férreo defensor de la política planteada por el presidente Mauricio Macri. Quienes metieron el faltazo, fueron los miembros de la dirigencia radical recientemente asumida. Salvo José Riccardo y Walter Ceballos, quienes pueden `justificar´ su ausencia porque ambos prestan servicios en la CABA, el resto ni apareció, como si no se hubieran enterado, sobre todo los pibes como Alejandro Cacace y Juan Manuel Rigau. Casi como una muestra de la pelea interna, se anunció que los ayer ausentes están gestionando la llegada a San Luis del armador de Cambiemos, Ernesto Sanz.
Más allá que Alfonsín y Casella se autodefinieron como parte del “oficialismo” nacional, fueron muy críticos a las políticas implementadas por el presidente Mauricio Macri.
Tildaron como “errores” lo que lejos de ser “errores” son políticas de Estado del macrismo, tales como intentar nombrar miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación por decreto, “algo que fue corregido”, dijo Alfonsín; o la quita de retenciones a la actividad minera, entre otras.
Ambos radicales fueron claros en señalar que Cambiemos fue “una coalición electoral, pero no somos una coalición de gobierno” y se quejaron porque el PRO está gobernando el país sin consultar al radicalismo y fueron autocríticos al referir que los radicales “lejos de consentir todo lo que haga el gobierno, debemos dialogar y dejar sentado todo en lo que no estamos de acuerdo”, porque “si le va mal a Cambiemos, le va mal al radicalismo”.
¿Advertencia o premonición?
Y fue justo en ese punto donde Alfonsín dejó una frase para tener en cuenta, al advertir que el gobierno macrista está haciendo las cosas bastante mal, a punto de que “le puede ir muy mal a la política, porque pueden ocurrir cosas muy graves, si no somos capaces de resolver los graves problemas y generamos una nueva frustración en la sociedad”.
Esta frase, dichas en este momento, son preocupantes más porque las dice un radical, cuyo padre no terminó el mandato constitucional presidencial por malas políticas, además de pertenecer al mismo partido que De La Rúa, quien también se fue de la Presidencia antes de cumplir su mandato constitucional, a bordo de un helicóptero que partió desde el techo de la Casa Rosada.
Carlos Rubén Capella
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