La coordinadora del Ministerio Público Fiscal de Mendoza, María Teresa Day, confirmó que el triple femicidio ocurrido el domingo en la localidad mendocina de Godoy Cruz se originó a partir del reclamo de filiación que el acusado Daniel Zalazar hizo a su expareja, Lorena Arias, una de las tres víctimas.
La funcionaria explicó que Zalazar en su declaración insistió con la versión de que fue víctima de un robo y por eso acudió al hospital Central de Mendoza, donde fue detenido, con heridas en su brazo. Sin embargo, Day aseguró que el hombre «está ubicado en tiempo y forma» y, según trascendió en los medios, en una parte de su declaración manifestó «me hicieron sacar», en relación al violento ataque que realizó.
Sin embargo, la fiscal indicó que se continúan recolectando pruebas para probar los delitos de los que está acusado, que «estipula la prisión perpetua», y que es «muy difícil» que en algún momento pueda salir de la cárcel.
«La situación es que (el asesino) ingresa al domicilio a la madrugada, aparentemente. Discute con su pareja por un tema de la filiación de la bebé, que sería su hija. Y luego de desata la violencia», detalló la fiscal en declaraciones a radio La Red.
Al reconstruir los crímenes, Day contó que el niño de 8 años, que escapó del ataque, se escondió en el baúl del auto que había en el garage y desde allí dio avisó a su abuela paterna. En tanto, el procurador de la Corte provincial, Alejandro Gullé, informó que los dos hijos mayores de Lorena incriminaron a Zalazar como el agresor.
En tanto, los otros hermanitos de 11 años y de 10 meses, que ayer sobrevivieron a la masacre, siguen internados en terapia intensiva, aunque demostraron “una leve mejoría», indicaron esta mañana desde el hospital. Según explicó el director Ejecutivo del hospital Humberto Notti, Raúl Rufeil, los chicos “siguen en terapia intensiva en estado crítico con pronóstico reservado y desde el punto de vista neurológico, hemodinámico y respiratorio, hay una leve mejoría”.