Ante la intransigencia de la Federación Nacional de los Bancos (Fenaban), más de 12.600 agencias y 49 centros administrativos se mantuvieron inactivos hasta el pasado viernes.
Tras llegar a la tercera semana de huelga nacional de bancarios en Brasil, este lunes trabajadores del sector continuaron su reclamo de un reajuste salarial de alrededor del 15 por ciento para poder cubrir la tasa inflacionaria registrada en el mes de agosto, que fue de 9,62 por ciento, y tener un incremento de al menos un cuatro por ciento en el salario real.
La huelga que ya involucra al 54 por ciento de las agencias del país, continuará creciendo, afirmó el presidente de la Confederación Nacional de los Trabajadores del Ramo Financiero (Contraf), Roberto Von der Osten.
Los trabajadores piden un abono de 3.300 reales (unos mil dólares estadounidenses), así como poner fin a las metas abusivas, al asedio moral y sexual, y a la tercerización del sector, entre otras demandas.
Los beneficios de los cinco mayores bancos de Brasil (Itaúl, Bradesco, Banco do Brasil, Santander y Caixa) en el primer semestre de este año rebasaron los 29 mil millones de reales (más de 9.100 millones de dólares), sin embargo, fueron recortados casi ocho mil puestos de trabajo, dijeron fuentes sindicales.