Las palabras tienen mensajes, y con ellas definimos más mensajes y conceptos y muchas veces no advertimos lo que puede inferir una palabra en una campaña de prevención. Entendiendo que las campañas, deben instalar un mensaje certero y no provocar distintos pensamientos sobre lo que se quiere decir, porque el impacto positivo puede que se pierda o no sea el esperado.
Me presento, soy Viviana Antonucci, paciente oncológica y periodista de San Luis, y después de cuatro años de tener cáncer de mama, emprendí como causa personal aportar desde mi humilde perspectiva: intentar que se cambie la forma de decir en las campañas de prevención de cáncer. A partir de un objetivo simple que es, desdramatizar, concientizar desde la adhesión espontánea basada en el entendimiento que genera una acción constante de cuidado antes de que nos sintamos mal para hacernos ver, y no desde el temor a tener algo malo. Sino a hacer todo lo posible para no tenerlo o tener la tranquilidad a partir de cualquier diagnóstico, que hicimos algo a tiempo. Todos los jueves estaré con esta columna para comunicarnos.
Mundialmente hemos concebido no solo sobre los aspectos que hacen a la salud, si no también, a situaciones de la vida misma, que “Prevenir es mejor que curar”. Ante esto surge la pregunta si realmente sabemos cómo hacerlo o si los mensajes para concientizar sobre la prevención, se dan en un marco de adhesión a accionar en pos de hacer mejor o en pos de no padecer algo peor.
Tras haber observado a pacientes como yo y haber escuchado su sentir y reflexiones sobre cómo encararon el cáncer en sus vidas; es que me atrevo a promover que se cambie la denominación con las que se titula al Día del Cáncer de mama por ejemplo: “DÍA DE LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE MAMA”, y así a los demás tipos de cáncer. Denominaciones que son replicadas en cada campaña sanitaria mundial, que se realiza en pos de generar `conciencia´ de prevención en las sociedades. Sobre todo si vemos que por más comunicación, creatividad, tecnología y mediatización, los índices de enfermos de cáncer lejos de bajar, continúan siendo alarmantes.
Y como “La Prevención Es Tarea De Todos”, analizar el impacto que se genera o no, ante las campañas de prevención sobre el cáncer; “merece al menos una posibilidad”; más allá de la mirada médica, publicista, política, etc; hacerlo desde la mirada social, desde el paciente, desde el sentimiento que a cualquier ciudadano común le producen las campañas o el abordaje de cómo accionar.
Como paciente entendí, que mientras más claro, simple y directo y despojado de misticismo y miedos, mayor es la adhesión que vamos a conseguir a las campañas de prevención. De allí, mi propuesta de cambiar que se diga: “LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE….”, para que se exprese, “LUCHA PARA PREVENIR EL CÁNCER DE…”.
Si decimos: “lucha para prevenir”, estamos dándole a la palabra `lucha´ una fuerza de hacer, de ir al frente, de accionar para evitarlo, para combatirlo. Reflexión que sin darnos cuenta surgió entre pacientes como yo mientras nos hacíamos las quimios terapias, casi como un análisis doméstico y coloquial, que nos hizo caer en la cuenta que: “LUCHA CONTRA EL CÁNCER”, generaba REACCIÓN. Y la denominación “LUCHA PARA PREVENIR”, generaba ACCIÓN, ADHESIÓN PARA HACER…
Este manifiesto personal que comparto como un anhelo de cambio; no va en contra y desmedro de las acciones de prevención que se realizan desde los sectores de salud, sólo que deberían definirse a partir de un relevamiento de cómo desea la sociedad que le digan: cómo hacer y qué hacer. Porque eso de que la “letra con sangre entra”, como decían los abuelos, ya no genera acción, sino rechazo. Mientras más nos imponen hacer, menos adherimos a ese pedido.
Por eso las campañas de prevención, desde sus propias denominaciones, deberían acercar, generar adhesión, empatía, compromiso, curiosidad por parte de las personas a saber más y no evadir con prioridades de la vida cotidiana, la realización de estudios médicos por miedo al diagnóstico.
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Viviana Antonucci
Periodista Mat Nac MTN N°14.679
vivigemela@gmail.com