El intendente de Lanús consideró que «está perfecto» el pedido que hizo el fiscal Patricio Evers a la jueza María Servini de Cubría para investigar su presunta vinculación con una cuenta en Suiza y un poder legal para manejar una empresa en un paraíso fiscal, y sostuvo que no hay incompatibilidad entre tener empresas en el exterior y ser funcionario público: «Si uno hace una operación y la declara, no veo por qué no sería ético».
Además, volvió a negar que tiene cuentas o empresas offshore pero admitió que mientras era ministro de Hacienda del gobierno porteño que por entonces encabezaba el ahora presidente Mauricio Macri hizo una «reserva» para operar que «nunca se llegó a concretar». «No firmé absolutamente nada. En 2010 pensé hacer una inversión en el exterior, vimos de encargar una sociedad, pedimos una reserva, pero nunca se llegó a concretar. Si no, se hubiese declarado. Al no tener actividad, el valor económico es cero», expresó.
En declaraciones a radio La Red, el dirigente macrista, imputado por presunto enriquecimiento ilícito en el marco de una investigación desprendida del escándalo de los Panamá Papers, explicó además que cuando «cuando uno encarga (una empresa) viene con un poder», pero insistió con que «nunca se usó».
«Esto ya lo habíamos explicado oportunamente. Lo del martes es un paso procesal lógico que está tomando el fiscal en la investigación. Pero estas sociedades nunca tuvieron actividad, no llegaron a hacer ninguna operación comercial o financiera», afirmó Grindetti.
Evers imputó al intendente de Lanús por el poder legal que tenía para operar con la empresa Mercier International SA, constituida en Panamá en 2010, y otro para gestionar fondos de la compañía depositados en el banco suizo Clariden Leu Limited, situación que genera «la posibilidad» de un incremento patrimonial del acusado «sin justificación».