Uno de los dos puntos sobre los que se busca avanzar en este ciclo, es el de la implementación, verificación y refrendación de lo pactado.
Las delegaciones del Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -Ejército del Pueblo (FARC-EP) retomarán las conversaciones de paz desde las primeras horas de este miércoles en La Habana, Cuba.
Así lo confirmó la Oficina del Alto Comisionado para la Paz. Anteriormente, se había informado que los diálogos se reiniciarían desde este lunes.
En esta fase del proceso, los equipos buscarán avanzar en los dos puntos claves que restan: el fin definitivo del conflicto y la implementación, verificación y refrendación de lo pactado.
Medios locales del país suramericano informaron que los miembros de la comisión oficial del Gobierno, encabezados por el jefe negociador, Humberto de la Calle, y el comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, viajan este martes a la isla.
Este lunes, previo al comienzo del nuevo ciclo, el presidente Juan Manuel Santos y algunos de los negociadores se reunirán con miembros del Consejo Nacional de Paz para recoger sus sugerencias y enriquecer los documentos que llevarán a Cuba.
Uno de los temas más complejos que se abordará será el de las zonas de ubicación temporal, donde estarán los desmovilizados de las FARC-EP.
Al diario El Tiempo fuentes cercanas al diálogo le informaron que el Ejecutivo propone 14 mientras que el grupo insurgente solicita 55.
También se buscará avanzar en la dejación de armas. En este aspecto la discusión radica en qué se hará con esos artefactos tras la firma de la paz.
En contexto
Actualmente, las delegaciones del Gobierno y de las FARC-EP conversan sobre los mecanismos para legalizar y verificar un acuerdo que ponga fin a más de medio siglo de conflicto armado que vive Colombia.
El 23 de septiembre de 2015, la mesa de negociaciones de La Habana firmó un acuerdo sobre justicia para los más de 220 mil muertos y 7,8 millones de desplazados que ha dejado el conflicto.
Éste fue uno de los temas más complejos del proceso de paz, que para ese entonces estaba por cumplir tres años desde su inicio en noviembre de 2012.
A principios de 2016, los líderes de las FARC-EP vaticinaron que el 23 de marzo no se firmaría el acuerdo final y advirtieron a sus filas que si la paz no se firmaba en la fecha anunciada, los colombianos darían por entendido que la insurgencia no estaban preparada para poner fin a la guerra.
Efectivamente no se firmó por desacuerdo entre ambas partes en puntos sensibles y necesarios para lograr el cese del conflicto. Pero ninguno de los involucrados abandonó y ahora se estima que las FARC-EP y el Gobierno colombiano firmen la paz en junio de este año.