Corría el sábado, todo parecía ser un día común y escucho por la radio el fatal accidente ocurrido en la autovía de Los Puquios. Los vehículos involucrados eran una Traffic y una EcoSport, donde hubo cinco muertos, de los cuales dos eran niños…
Al escribir las presentes líneas vuelvo a sentir ese mismo estupor, ese dolor de saber que esto iba a pasar y que lamentablemente va a seguir pasando.
No deseo tener razón, deseo encontrar soluciones y respuestas, como en otros órdenes de la vida…
En la provincia ciertos partidarios políticos se jactan de tener más del 30 % del total de autopistas que hay en toda la República Argentina, pero deberíamos entender que el verdadero valor agregado sería decir que además de ese porcentaje, se construyan y se hagan las inversiones necesarias para que sean las más seguras…
Hoy es una Utopía, pero totalmente viable…
Desde este espacio creemos que las barreras de contención son las tareas a realizar en el futuro inmediato…
Hemos convivido y las hemos naturalizado, las vemos pintadas de amarillo otras de color metalizado pero las barreras de contención ya son algo común para los automovilistas. Son parte del escenario cotidiano y del imaginario colectivo. Su función principal es la de proteger a los ocupantes de un vehículo que haya perdido el control, deteniéndolo antes de que colisione contra un objeto más rígido, que desbarranque o que salga despedido de la traza por la que circulaba. Por eso solemos ver a estos elementos de protección en los separadores de las manos de las autopistas, rodeando a las columnas de un puente, en el lado externo de las curvas con cierto ángulo de peligrosidad o en diferentes tramos de las rutas, como en los puentes o zonas específicas (urbanas, lagunas a la veda del camino, entra das a establecimientos, entre otros).
En Argentina, existen tres grupos:
• Flex Beam (o comúnmente conocido como GuardRail),
• Box Beam
• y New Jersey
Cada una de estas barreras de contención es utilizada en diferentes sectores de las rutas o autopistas y tienen una característica especial. Acero en su amalgama de metales, le permiten tener mayor dureza y resistencia ante el embate de un automóvil con una mínima de formación y desplazamiento. Sin embargo, evitará que el vehículo la sobrepase y se precipite al vacío, ya que generalmente se colocan en puentes, acantilados, autopistas elevadas o pasos a nivel.
Las Flex Beam son las más comunes. Su principal función es la de redireccionar al coche que sufre un despiste, puesto que su composición de aleación de aluminio le da cierta elasticidad y absorción del impacto.
Las Box Beam presentan mayor rigidez. Su diseño (cuadrado en vez de plano como el GuardRail), los anclajes más macizos y la existencia de más Box Beam. Tiene anclajes más macizos y su diseño es cuadrado.
Las New Jersey son muros, generalmente de 1.20 metros de altura y de sendos compuestos (polietileno flexible u hormigón), que cumplen las mismas funciones que las anteriores: encausar a un auto sin control por su anatomía (posee dos ángulos distintos de choque en la parte inferior) e impedir el traspaso hacia el otro lado, por su estructura rígida.
En conclusión, todo dependerá de la prudencia y el respeto con cualquiera de los tres tipos de barreras de contención que describimos oficiará en el tránsito como componentes atenuantes de choques graves, y cumplirá con su función siempre y cuando se establezcan los parámetros lógicos con los que fueron construidos.
Un Flex Beam, por ejemplo, soportará un impacto no mayor a 100 km/h y con un ángulo de hasta 20 grados. Si dichas marcas se ven superadas, es posible que tanto la estructura como los soportes no cumplan su cometido, ya que en vez de redireccionar al vehículo que colisionó, absorberá la energía del choque. Por eso, así como son beneficiosas por prevenir incidentes de gran magnitud, también resultan peligrosas porque ante un golpe mayor al que pueden tolerar, pueden provocar lesiones graves o, lamentablemente, mortales.
Fuente: CESVI ARGENTINA