San Luis (LaNoticia) 05-05-16. La cuestión es sencilla, o levantan la mano aprobando una candidatura fuera de toda norma o se revelan y anteponen la Constitución.
Hoy es el día en que Lilia Novillo se presentará ante la Cámara de Senadores de San Luis para ser ungida como, una vez más, ministro del Superior Tribunal de Justicia -la que se da por descontada que será- o ser rechazada en base a la gran cantidad de impugnaciones que recibió.
Los senadores de San Luis, nueve en total representando uno a cada Departamento, tienen hoy en sus manos demostrarle a la sociedad que en nuestra provincia las instituciones existen, o simplemente lo que siempre han hecho, que es levantar la mano para lo que el máximo jefe político desea, no hay más opciones. En la conciencia de cada uno de ellos quedará para siempre lo que hoy hagan.
Hace un año apenas, Lilia Novillo renunció a su cargo de ministro del Superior Tribunal de Justicia para ser precandidata a Intendente de la ciudad de San Luis por Compromiso Federal. En el momento de su renuncia, hacía pocos días había asumido la Presidencia del Superior Tribunal, es decir que se burló de toda institucionalidad, puesto que, por respeto aunque más no sea, debió no asumir esa Presidencia. En el mismo sentido, un año después que renunció al cargo, la volvieron a postular.
Lo que debe quedar bien en claro que el Poder Judicial no es un juguete político de los funcionarios de turno, donde uno ingresa, se va para actuar en política y después si le fue mal en política, vuelve como si acá no pasó nada. El Poder Judicial no es una banca legislativa que se deja y luego se vuelve a ocupar luego de una elección ganada. El Poder Judicial no es el Ejecutivo donde uno renuncia a un cargo y un año más tarde vuelve. No señores, al menos en los papeles, el Poder Judicial es -o debería serlo- el más serio de los tres Poderes de un Estado, donde nadie podría ir y volver a antojo del poder político. Por lo menos, es muy poco serio y ético, es una burla a la Constitución la actitud de Novillo de haber renunciado el año pasado y ahora intentar volver.
Y precisamente son los senadores de la provincia quienes tienen hoy en sus manos que se respete la Constitución, la institucionalidad, la ética y la seriedad del caso; o simplemente quedar bien con el jefe político y sin ponerse colorados burlarse de una sociedad toda.
Si los senadores aprueban el pliego de Novillo y la erigen nuevamente como ministro del Superior Tribunal de Justicia, si la tienen, tendrán sobre sus conciencias la pesada página oscura en la historia de San Luis, que los tendrá para la eternidad como quienes se burlaron de todos los habitantes de esta querida provincia y no hace falta hablar de “puntanidad” para darse cuenta del mal que le harán a la institucionalidad.
Y esto que no nos pusimos a hablar de la pertenencia política de Lilia Novillo a las filas de los hermanos Rodríguez Saá, para integrar un Poder que, se supone, debería ser independiente de los otros dos.
Carlos Rubén Capella
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