San Luis (LaNoticia) 22-04-16. Es más que evidente que a los ministros del Superior Tribunal de Justicia no les importa nada cuando de `mimar´ a un `allegado´ se trata.
Si a poco de firmada una acordada que sentenciaba que iban a ser muy duros con los jueces que se atrasaran a enero de 2015, los ministros `se olvidaron´ de hacer cumplir lo que firmaron con la mano -pero no borraron con el codo-, qué podemos esperar cuando estamos transitando casi la final de la primera mitad del 2016.
En esa acordada aseguraban que no iban a dar más prórrogas y que las pocas que podían conceder no superarían los 30 días –hacé clic acá para ver archivos-. En el caso del juez del Juzgado Civil, Comercial y Minas N° 3 de la Primera Circunscripción Judicial, Javier Solano Ayala -conocido en los pasillos y oficinas del Poder Judicial como `el poio (léase `pollo´) de Uría´, por haber sido secretario privado del ministro Omar Uría antes de ser juez- pareciera que aquella acordada no tenía ningún tipo de peso, como señalan en el Poder Judicial “solo era para aquellos jueces que no tienen `padrinos´ de alto cargo”.
El dato curioso, es que en las primeras acordadas donde le otorgaban prórrogas al `poio de Uría´, los ministros del Superior Tribunal de Justicia se tomaban el trabajo de señalar a modo de excusa que Solano Ayala tomó un Juzgado en mora, algo que quienes allí litigan desmienten totalmente, pero esa excusa ya desapareció de las últimas acordadas que le prorrogaron plazos y ahora se las otorgan porque sí.
La última prórroga se le otorgó mediante el Acuerdo 126 del 21 de abril de 2016 –hacé clic acá para ver el Acuerdo-, mediante la cual le conceden sesenta días de prórroga para dictar sentencia definitiva en un total de 34 expedientes.
Ésta, es la forma en que la (In)Justicia de San Luis y sus miembros partes, se ríe de los justiciables.
Carlos Rubén Capella
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