El jefe de Gabinete, Marcos Peña, intentó salir al cruce de la denuncia de Cristina Kirchner contra los funcionarios y allegados a Mauricio Macri que se beneficiaron con la compra de dólar futuro y la devaluación, pero terminó admitiendo que efectivamente al menos dos integrantes del Gobierno hicieron esas operaciones.
«Cuando uno hace política elige el camino que prefiere. Lamentablemente, la ex presidenta ha tomado el camino de la mentira y la agresión, lo que no nos sorprende. Pero nosotros no nos vamos a enojar ni vamos a entrar en ese juego que propone», respondió Peña ante la consulta de la prensa sobre la denuncia de la ex mandataria.
El jefe de Gabinete aseguró que «el mensaje de que había varios funcionarios de gobierno tratando de beneficiarse con una eventual devaluación, es mentira», y luego echó mano del libreto comunicacional del PRO para afirmar que en este caso lo que hizo el Gobierno es aportar “transparencia” y “ordenar” lo que dejó Cristina.
Pero a continuación terminó admitiendo que dos funcionarios del Gobierno nacional hicieron operaciones con el dólar futuro, aunque aclaró que fue parte de su actividad privada y aseguró que se desprendieron de esos negocios antes de asumir o “unos días después”.
«Lo que hace (Cristina) es mezclar situaciones de empresas donde puede haber personas de nuestro equipo que cumplían un rol como empresarios y que en el devenir de la actividad empresarial podía haber situaciones donde se comprara dólar futuro, pero que se interrumpieron cuando asumen como funcionarios», afirmó Peñá.
Luego ejemplificó con los casos del coordinador de Políticas Públicas del Gabinete, Gustavo Lopetegui; y con el jefe de asesores del Presidente y apoderado del PRO, José Torello.
Cabe aclarar que Cristina Kirchner no mencionó el caso de Lopetegui, ex CEO de LAN Argentina. La ex presidenta apuntó a Torello; a Nicolás “Nicky” Caputo; a la familia Macri, «mediante la empresa Socma-Chery»; y al secretario de Coordinación Interministerial de la Jefatura de Gabinete, Mario Quintana.
«En el caso de Lopetegui -el recibo está a disposición de todos- vendió los dólares futuro el 26 o 27 de octubre», dijo Peña, y añadió «el caso de José Torello, que los vendió a los pocos días de asumir». No aclaró cuántos días, aunque como sea desde el día uno se sabía que venía una devaluación fuerte y ganancias disparatas para los que habían comprado dólar futuro.
Peña le recomendó a la ex presidenta que «use la energía para poder explicar judicialmente su situación» en la causa que investiga la operatoria de dólar futuro, donde fue citada a declaración indagatoria y podría quedar procesada. Agregó que «en todo caso se acerque a traer propuestas y a ayudar a este gobierno a mejorar» porque «la chicanita para mentir y difamar no tiene mucho sentido».
“Consenso para removerlo”
En otro pasaje de la conferencia de prensa, Peña indicó que la intención del Gobierno es impulsar la remoción de Ricardo Echegaray como titular de la Auditoría General de la Nación si resulta procesado en la causa de la «ruta del dinero K».
«Claramente las autoridades del Congreso lo vinieron discutiendo. No sólo de nuestra fuerza, son varias las fuerzas que lo están discutiendo», sostuvo el jefe de Gabinete, quien remarcó que «el consenso es que si hay procesamiento, se empujaría hacia la discusión de la remoción» de Echegaray.
Peña reveló que está al tanto de que «se está discutiendo en el Congreso en las últimas semanas, por parte de varias fuerzas políticas», la situación judicial del ex titular de la AFIP, y que el Gobierno va «a seguir con mucho interés» el tema.
Luego de agitar la remoción, el funcionario aclaró que es «muy importante ser respetuoso de los pasos institucionales y de la investidura de quien ocupa ese lugar».
Macri habló con Rousseff
El jefe de Gabinete indicó también que la Casa Rosada sigue con «preocupación» la crisis política de Brasil y reveló que Macri habló «el fin de semana» con su par Dilma Rousseff, quien enfrenta la posibilidad de un juicio político y destitución.
Peña evitó revelar los detalles de la conversación, pero mantuvo la posición expresada por la canciller Susana Malcorra de no apoyar explícitamente la continuidad de Dilma. «Nuestra postura fue siempre la misma, que es el respeto al proceso institucional de Brasil. Y creemos que las instituciones están funcionando», afirmó.
“Seguimos el tema con mucho interés, porque Brasil es nuestro principal aliado estratégico, vecino y amigo”, señaló Peña. “Cada uno tendrá su opinión política, pero tenemos un profundo respeto por la independencia y la autonomía del proceso político en Brasil”, completó, eludiendo referirse a las denuncias del oficialismo brasileño sobre un “golpe de estado”.