El juez federal Sebastián Casanello procesó al empresario Lázaro Báez y al contador Daniel Pérez Gadín en la causa por presunto lavado de dinero, por la que ambos están detenidos desde el 11 de abril.
En la misma resolución, Casanello citó a declarar como sospechoso al ex jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, a quien le prohibió salir del país.
El juez embargó además a Báez y a Pérez Gadín por 100 millones de pesos a cada uno y dispuso el llamado a indagatoria del financista histórico de Báez, Ernesto Clarens, tras un allanamiento de Gendarmería.
Otro que recibió visitas de la fuerza pública fue Néstor Ramos, director de la empresa suiza Helvetic Services Group, recordada por haberle comprado la financiera SGI a Federico Elaskar.
El único engranaje que resta ubicar es el abogado Jorge Chueco, clave en el círculo de empresas de Báez y desaparecido desde el jueves. El sábado la policía de Misiones encontró su auto en Posadas, por lo que se presume que fugó del país.