La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó estar «indignada» por la aprobación de un proceso de destitución en su contra en la Cámara de Diputados y reiteró que no cometió ningún crimen que lo justifique.
«Recibí 54 millones de votos y me siento indignada por la decisión», dijo la mandataria en una rueda de prensa en el palacio gubernamental de Planalto, en su primera reacción tras el voto en la Cámara. El proceso de impeachment sigue ahora al Senado. “Continuaré luchando y voy a enfrentar todo el proceso”, ratificó Dilma.
“Voy a continuar luchando, como luché toda mi vida”, insistió la mandataria y dijo que aprovechará la oportunidad de defenderse en el Senado. Reiteró que enfrenta «un golpe de Estado» porque «no se puede llamar impeachment a lo que es un intento de elección indirecta». «Aquellos que quieren acceder al poder no tienen votos para hacerlo», apuntó Rousseff.