San Luis (LaNoticia) 14-04-16. Fue en la ampliación de indagatoria realizada ayer ante Cadelago Filippi. En la nota completa leé textualmente esta ampliación de indagatoria.
El viudo de la asesinada Romina Aguilar, llegó ayer al Juzgado de Cadelago Filippi encapuchado y por primera vez habló, como pudo, con los medios que estaban esperándolo en el lugar.
“Soy inocente. Todo esto es por culpa de la maldita herencia. La que Romina quería de Alberto Leyes”, fueron algunas de las frases que se le escuchó decir en medio del tumulto generado por los periodistas por querer tener sus palabras. Al salir, volvió a reiterar su “inocencia”.
Carlos Salomón
Ya más tranquilos luego de la salida de Lorenzetti, fue el turno de conseguir la palabra de su defendido, el reconocido penalista Carlos Salomón, quien fue duro con el juez Cadelago Filippi por dejar fuera de toda investigación a Alberto Leyes, tal como lo anticipó La Noticia en San Luis en su edición de ayer, en su último párrafo.
Luego Salomón se quejó porque la familia Leyes es intocable por parte de la corpo judicial, porque la causa por la autodonación de un terreno fiscal por parte de Mabel Leyes -hermana de Alberto- mientras fue intendente de La Calera “está parada hace un año”, dijo y ahora, el mismo juez Cadelago Filippi no quiere investigar a Alberto Leyes. Lo peor es que Cadelago Filippi ni siquiera intenta disimular su pertenencia al poder político local.
¿Qué le dijo Lorenzetti al juez?
A continuación compartimos la ampliación de indagatoria del suspendido intendente de La Calera y viudo de Romina Aguilar:
AMPLIACIÓN DE DECLARACIÓN INDAGATORIA DE DIEGO HERNAN LORENZETTI EN LA CAUSA “DE OLIVEIRA PEREIRA EDIVALDO -LORENZETTI DIEGO- AV. HOMICIDIO CALIFICADO
Reitero que soy totalmente inocente de los hechos que se me atribuyen.
Cuando preste declaración indagatoria me preguntaron sobre lo ¿Qué dijo el “Brasilero”? y yo dije: “pienso que me involucró a mí porque lo mandaron”. Me preguntaron quien lo mando, respondí: Que no tenía ni idea, porque mis defensores me habían prohibido decir lo que les había contado, porque decían que era gente muy peligrosa, y que debía pensar en mi hijo. Me di cuenta que tenían miedo de que yo declarara la verdad sobre esta situación. Aturdido como estaba, porque aún no concibo la muerte de Romina y como la mataron, así conteste: No tengo ni idea. Ahora me siento un poco recuperado y tengo que decir la verdad de lo que pienso.
Más aún, si alguien quería la muerte de Romina era Alberto Leyes. Romina desde que la conozco siempre tenía en su cabeza el hecho que estaba segura que su padre era Alberto Leyes y solía mostrarme un acta de nacimiento que tenía dobladita donde no figuraba el padre. Su madre no decía ni sí ni no, solía pedirle que no anduviera diciendo estas cosas porque era gente muy peligrosa. Ella era muy amiga de Ivana Leyes -hija de Alberto Leyes- y siempre esta le decía que eran hermanas y a mí me decía “cuñado”. Entre ellas se hablaban de hacer un ADN.
Cuando yo me presento como candidato en La Calera, Ivana deja de ser su amiga y ante la forma despreciativa como nos ignoraba Alberto Leyes cuando nos encontrábamos en algún lugar o se cruzaba con ella, solía llegar mal anímicamente a casa y con mi oposición empezó a averiguar para hacer un ADN e inclusive para hacerle un juicio de Daños y Perjuicios.
Ella estaba muy enojada por la forma en que Leyes nos ignoraba o despreciaba en público e insultaba y amenazaba cuando no había testigos, lo que fuera moneda corriente, tratando de ganar las elecciones internas y se había dispuesto a aclarar si era el padre. A tal punto había llegado la situación, que su madre, sabiendo la peligrosidad de esta gente, le juraba que él no era el padre siempre diciéndole que era gente muy peligrosa, pero Romina estaba segura de eso interiormente. Esta situación causaba serios problemas entre nosotros porque yo, como la madre de ella, temíamos lo que podría llegar a ocurrir si se enteraba de esa decisión de hacer el ADN, y si fuera positivo demandarlo.
Para mí todo tomo aún más sentido y advertí la gravedad de los hechos que podían suceder, cuando en una ocasión después de las elecciones internas, me encuentro en ésta ciudad con Alberto Leyes, y con su hijo Fernando, quien se me acerco transfigurado, yo me imagine que era porque le había ganado las elecciones, y me dijo, decile a tu mujer “que no joda más conmigo porque no le va a sacar un mango a mi familia”. Quede tan sorprendido y realmente asustado, que no dije nada y jamás le comente a Romina salvo reiterarle que se olvidara de ese tema, sin lograrlo, por el contrario en los últimos tiempos ella me daba la impresión que había hablado o se había asesorado con alguien, inclusive que había averiguado sobre los bienes que tenía esta persona. Supongo de Leyes se debe haber enterado y por eso estaba así.
El día que le dieron muerte a Romina, en el inmenso dolor que sentía, la situación de mi hijo solo atine a decir “que esto estaba relacionado con la política”, aunque en mi mente claramente estaba pensando en que la única persona que podría haber mandado a matarla era Leyes, porque temía que sus bienes resultaran afectados si su ADN fuera positivo. Y había perdido su posibilidad de seguir haciendo negocios como Intendente de La Calera. Pero no podía decir esto por respeto a la madre de Romina y abuela de su hijo, aunque calaba muy hondo en mí la manera en que ella percibía la situación, diciendo que él “la despreciaba”.
Reitero en el primer momento dije “persecución política”, que para mí tenia nombre y apellido Alberto Leyes. Esto se consolido más aun, cuando en la Penitenciaria “El Brasilero” me pidió perdón y me dijo que todo estaba armado y que no podía fallarle a Sandra. Se refería a Sandra Becerra -su pareja- pariente y gente muy amiga de Leyes. Pido se haga un ADN para verificar o descartar la paternidad de Alberto Leyes, aunque la duda de su paternidad era evidente, inclusive para su propia hija Ivana, no me puedo sacar de la cabeza que quiso decir cuando dijo “que Romina no le iba a sacar ni un peso a su familia”, y “El Brasilero” “que todo estaba armado y no le podía fallar a Sandra”.
Asimismo se investigue a su hijo Fernando Leyes, que iba con el nombrado en esa oportunidad.
Leyes tenía dos motivos para matar a Romina:
1) El odio terrible ante la pérdida de la posibilidad de ser Intendente de La Calera, lo que en mano de malas personas permite negociados en perjuicio de la gente. Se adueña de La Calera y del Dpto. Belgrano metiéndome preso.
2) Seguramente había tomado conocimiento de la decisión de Romina de pedir un ADN y demandarlo por daños y perjuicios si era positivo, porque a partir de la ruptura del vínculo de amistad con Ivana Leyes, Romina era su peor enemiga ya que estarían en juegos sus bienes. Conociéndolo el hecho de que pudiera salir positivo, hubiera sido terrible social, política y económicamente.
Habiendo conocido el testimonio del Sr. Carlos Blatter -taxista- a quien el “Brasilero” le había dicho que debían echarme la culpa a mi si salía mal y que quien tiene la plata es Alberto Leyes, confirma que los policías me tendieron una cama.
Aclaro esta situación -sobre la presunta paternidad- era comentario “Temeroso” de todo el pueblo. Ninguno de nosotros, de la familia le hemos preguntado a la mama de Romina, después de lo sucedido, respetamos y respetaremos su silencio. Pero también quiero que se haga Justicia. Es todo cuanto tengo que decir, previa lectura ratifica esta declaración en todas sus partes, que suscribe en presencia de V.S, solicitando se deje constancia en el Acta ordenando su incorporación a la causa.-

Carlos Rubén Capella
lanoticiaensl@gmail.com