El movimiento «Nuit debout» (noche en pie), que impulsa protestas contra la reforma laboral, repudia los focos de violencia en París y pide que no se les asocie con los radicales encapuchados.
Así se reprimió en París
El movimiento de los indignados de París condenó los actos violentos que ocurrieron en la noche de este viernes, pero afirman que se mantendrán en las calles.
Tras 11 noches consecutivas reuniéndose en la plaza de la República bajo el movimiento «Nuit debout» (noche en pie), estas acampadas nocturnas se están extendiendo por más ciudades, unas 60 según recuento del comité organizador del movimiento.
El enviado especial de TeleSUR a París, Sergio Rodrigo, sustentó este crecimiento del movimiento al informar por su red social que un 60 por ciento de los franceses apoyan el movimiento “Nuit Debout”.
Tras los disturbios ocurridos en las manifestaciones que recorrieron unas 200 ciudades de Francia en protesta contra la reforma laboral que prepara el Gobierno de François Hollande, en la noche del sábado se presentaron nuevos enfrentamientos con las autoridades cuando un grupo de 300 personas abandonó la plaza de la República para intentar manifestar frente al domicilio del primer ministro, Manuel Valls.
El destacamento policial reprimió la movilización nocturna y se repitieron los enfrentamientos entre radicales encapuchados y los funcionarios antidisturbios, lanzándose objetos de un lado y gases lacrimógenos del otro.
El movimiento se niega a ser identificado con esas imágenes: «No queremos que se nos relacione con esos hechos, este es un movimiento pacífico», aseguró Céline, estudiante de 19 años que ha acudido regularmente a las concentraciones de la plaza de la República desde la primera acampada en la noche del pasado 31 de marzo.
Desde las casetas improvisadas levantadas por los organizadores de «Nuit debout» se condenan los actos violentos: «Incluso tenemos miedo», manifestó en anonimato otro joven, quien incluso explicó que fueron los organizadores del movimiento quienes llamaron a la policía para que interviniera en contra de los radicales, luego de que estos incendiaran un vehículo en la plaza.
En estas asambleas nocturnas muchas son las reivindicaciones que se exigen al Gobierno francés, estas se nutren de aportaciones bien diversas, cada una con intervenciones eclécticas; no obstante, todos coinciden en un solo punto: la oposición a la reforma laboral no es su único objetivo, aunque si el motor que impulsó las asambleas.
Sobre ellos recae de manera tácita la responsabilidad de mantener vivo el interés por mantenerse en protesta hasta que el próximo 28 de abril, cuando los sindicatos y organizaciones estudiantiles vuelvan a convocar una gran manifestación en contra del proyecto de ley «demasiado liberal» de Hollande.
Esta tregua en las movilizaciones masivas será utilizada por el Gobierno para «tratar de hacer descender la oposición a un texto clave para lo que queda de legislatura, a poco más de un año para las presidenciales», indicó EFE.
El dato
El movimiento “Nuit debout” fue convocado en las redes sociales por primera vez el 31 de marzo.
Estas manifestaciones toman elementos de inspiración de los «indignados» españoles que organizaron el movimiento del 15-M en Madrid.
En contexto
El primer ministro, Manuel Valls, recibirá este lunes a los movimientos estudiantiles para supuestamente anunciar medidas en favor de los jóvenes en busca de empleo.
El jefe de Estado, François Hollande, el próximo jueves en una intervención televisiva responderá, cara a cara, a las preguntas que los franceses se plantean.
Esto lo hace a poco más de un año para las elecciones presidenciales y en un momento que el que los sondeos lo sitúan con pocas opciones de renovar su victoria. Un semanario local informó que el 80 por ciento de los franceses no quiere que Hollande se presente de nuevo a las presidenciales.
Entre tanto, Hollande se encuentra entre dos aguas: por un lado, las protestas de la calle porque consideran su política «demasiado conservadora»; por el otro, el movimiento político que acaba de lanzar su propio ministro de Economía, Emmanuel Macron, para avanzar más rápido en sus reformas liberales.
Fuente TeleSUR