San Luis (LaNoticia) 05-04-16. Siempre decimos que los sanluiseños estamos con un permanente estado de libertad condicional y no es una sensación.
El caso Romina Aguilar, tal vez por su arista política o no, se ha convertido en el caso abanderado de que todos los sanluiseños estamos con un permanente estado de libertad condicional, porque lo que debería ser Justicia, se transforma en (In)Justicia total.
El primero y más evidente de los problemas que tiene este caso para que uno se sienta en libertad condicional, es que tanto el intendente suspendido de La Calera y viudo de la víctima, Diego Lorenzetti y ahora el “Bocón” Vilchez están procesados y con prisión preventiva, solamente por los dichos en indagatoria del brasilero Edivaldo De Oliveira Pereira. No hay pruebas concretas que los involucren. Es decir, mañana alguien va a la (In)Justicia de San Luis y declara que `tal o cual persona´ estaba en determinado lugar donde hubo un ilícito y zas, la (In)Justicia le cae encima sin más pruebas. Si bien Vilchez fue nombrado en la denuncia del taxista, hasta el momento ningún juez o fiscal ha dicho que dicha denuncia es válida, es creíble; sino por el contrario fue atacada mediáticamente por el fiscal político Roche.
Hasta el momento, en el expediente hay dos declaraciones que involucran personas. La del brasilero que fue indagatoria y la del taxista que fue -denuncia primero- testimonial en segundo término. El brasilero en su indagatoria se autoinvolucra y también se lleva puesto a Vilchez, a un tal “Chori” y a Lorenzetti, aunque en el caso de este último no lo hace directa y concretamente, sino con un “supuestamente” antepuesto y por dichos de Vilchez. Es importante saber que el brasilero se presentó `voluntariamente´ y como nunca antes, desoye los consejos de su abogado y declara en indagatoria, demostrando palpablemente que tenía algún tipo de arreglo con `alguien´ para declarar lo que declaró. Desde el vamos, los dichos de De Oliveira son poco creíbles, se notan armados, pero la juez Palacios Gonella y el fiscal político Roche `compraron´ todo el combo. ¡Increíble! Con ese `armado´, Lorenzetti queda tras la rejas, sin ningún tipo de garantías, solo por lo dicho por un tipo que se autodeclaró responsable del asesinato de Romina Aguilar.
El otro que implica a Vilchez, a De Oliveira y por éstos al ex senador oficialista y actual funcionario del Senado provincial, Alberto Leyes, es el taxista, quien dice que tal vez porque en un viaje habló de su mala situación económica, llevando en su taxi a Vilchez y De Oliveira, el brasilero le ofrece 10.000 en primer término y 30.000 con posterioridad para que los lleve al barrio FAECAP donde asesinarían a una mujer y después los tenía que sacar del lugar. El taxista asegura que se negó y que ante esto los individuos le habrían dicho que no se preocupara que aparentemente estaban financiados por Leyes y que si algo salía mal debían echar la culpa a Lorenzeti.
Acá hay dos declaraciones, una de un autoconfeso delincuente partícipe de un asesinato y la de un taxista, un laburante. Si bien las condiciones de uno y otro no deberían ser tomadas en cuenta para percibir quién miente y quien no, si se hace una encuesta, la voz del pueblo seguramente diría es más creíble el laburante que el confeso asesino. Pero esto no es así para la (In)Justicia de San Luis, para quienes un confeso asesino es más creíble que un laburante. Al menos el fiscal político Roche fijó su posición a favor de los dichos de De Oliveira y en contra del taxista.
Pero más allá de si un delincuente puede mentir o no, y lo mismo de un laburante; lo que acá está más que en claro es que la juez Virginia Palacios Gonella procesó a Lorenzetti por los dichos de De Oliveira; y ahora -una vez excusada aquella- Cadelago Filippi hizo lo propio con Vilchez; pero increíblemente nada dice de lo declarado por el taxista. Cadelago Filippi increíblemente -o tal vez por ser partícipe del poder político de San Luis- no llama a prestar declaración indagatoria a Alberto Leyes y uno con esto no quiere decir que Leyes sea culpable de algo, sino que si por dichos de un asesino confeso se investigó y procesó a dos personas, qué pasa que por lo declarado por el taxista no se está investigando a Leyes. La pregunta para Cadelago Filippi sería ¿Le tiene miedo a alguna represalia del poder político que no investiga a Leyes?
Otro de los temas de este expediente que nos coloca en libertad condicional a todos los sanluiseños, ya lo hemos revelado en ediciones anteriores y tiene que ver con lo declarado por un policía de la División Calle, quien aseguró que `informantes´ le dijeron que Lorenzetti había sido el autor intelectual del asesinato de su propia esposa. Esos `informantes´ son totalmente anónimos en el expediente y hasta podrían ser fantasmas imaginarios, pero que le sirven a la (In)Justicia de San Luis para hacernos creer que son eficientes, cuando en realidad están armando causas permanentemente. Con esto te pregunto a vos que estás leyendo ¿No sentís que podés ser el próximo? ¿No te sentís con libertad condicional?
En contexto
Romina Aguilar fue asesinada alrededor de las 06:40 del sábado 30 de enero, en la puerta de la casa 1 de la manzana 78 del barrio FAECAP, en el norte de la ciudad de San Luis, donde la mujer residía junto a su esposo e hijos.
En momentos en que la mujer acababa de sacar su camioneta Renault Duster para viajar a La Calera, donde cursaba el final de la escuela secundaria a través del programa Plan de Inclusión Educativo (PIE), fue sorprendida por dos jóvenes armados que iban en moto.
Los agresores la tomaron de la ropa, la arrastraron unos diez metros por el suelo, le dispararon dos balazos calibre .45, y escaparon en el mismo rodado en el que llegaron y sin robar nada, por lo que el robo como móvil del asesinato fue descartado de entrada.
Por el hecho, la justicia penal procesó al brasilero De Oliveira por haber confesado su participación luego de entregarse voluntariamente y ser sometido a indagatoria. Como De Oliveira en su indagatoria involucró a Lorenzetti como autor intelectual del hecho, la justicia procesó al intendente de La Calera.
Debido a esto, políticamente la Legislatura provincial suspendió a Lorenzetti en el cargo de intendente de La Calera.
Carlos Rubén Capella
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