El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el vicepresidente Michel Temer, rompió con la presidenta Dilma Rousseff y se declaró «independiente», incluso respecto a un posible juicio político contra la mandataria. La decisión fue tomada por unanimidad por la dirección nacional del PMDB, que ordenó además la entrega de todos los cargos que los afiliados a esa formación tienen en el Gobierno. Lula puede asumir, pero sin fueros especiales
«A partir de hoy (por ayer), en esta reunión histórica del PMDB, el PMDB se retira de la base del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y nadie en el país está autorizado a ejercer cualquier cargo federal en nombre del PMDB», proclamó el senador y vicepresidente del partido, Romero Jucá, que presidió una reunión de menos de tres minutos en el Congreso en Brasilia, en medio de aplausos y de gritos de «¡Brasil presente, Temer presidente!», en referencia al vicepresidente Michel Temer, favorable a la ruptura.
Hasta el martes el partido tenía siete Ministerios bajo su comando. Pero en una anticipación de lo que sería la resolución tomada ayer, el titular de Turismo, Henrique Eduardo Alves, entregó el cargo. Ahora, deberán hacer lo mismo, o desafiliarse del partido, los ministros de Aviación Civil, Mauro Lopes; de Minas y Energía, Eduardo Braga; de Puertos, Helder Barbalho; de Salud, Marcelo Castro; de Ciencia y Tecnología, Celso Pansera, y de Agricultura, Kátia Abreu.
El PMDB es el mayor partido del país. Posee las mayores bancadas de diputados y senadores, además de ocupar las presidencias de ambas cámaras -Eduardo Cunha al frente de Diputados y Renan Calheiros al frente del Senado- y tiene el mayor número de afiliados entre todos los partidos del país. Por eso, su salida configura otro duro golpe para el ya frágil Gobierno de Rousseff, que enfrenta un proceso que puede derivar en su destitución.
Lula puede asumir, pero sin fueros especiales
El Ministerio Público Federal brasileño propuso que el ex presidente pueda asumir la jefatura de Gabinete pero sin gozar de fueros especiales, con lo cual seguiría siendo investigado por el juez Sérgio Moro, que tiene a su cargo la causa sobre corrupción por el Petrolao.
El Ministerio Público Federal brasileño propuso al Supremo Tribunal Federal (STF) que el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva pueda asumir la jefatura de Gabinete pero sin gozar de fueros especiales, con lo cual el líder petista seguiría siendo investigado por el juez Sérgio Moro, que tiene a su cargo la causa sobre corrupción por el Petrolao.
El procurador general de la República Rodrigo Janot elevó al Supremo Tribunal Federal (Corte Suprema de Justicia) su parecer en el que autoriza que Lula asuma como ministro Jefe de la Casa Civil (jefe de Gabinete), cargo para el que juró el 17 de marzo ante la presidenta Dilma Rousseff.
Pero Lula no se desempeñó como Jefe de la Casa Civil pues un día después de ser designado fue «suspendido» por el ministro de la Corte Gilmar Mendes, quien consideró que su nombramiento fue una forma disimulada de dotarlo de fuero privilegiado para eludir al juez Moro.
En su dictamen el fiscal Janot compartió el punto de vista del ministro Méndes sobre el presunto intento de «desvío» del accionar de la Justicia y por ello propuso que Lula continúe bajo la mira del juez Moro.
Pero al mismo tiempo el procurador propuso al Supremo Tribunal que levante la suspensión y permita a Lula ejercer sus funciones de ministro, informó la agencia ANSA.
Lula criticó al juez de primera instancia Moro por considerar que actúa guiado por motivaciones políticas y deseo de notoriedad mediática.
«Me siento ofendido porque un juez debería tener mucha responsabilidad y no confundir aseveraciones personales con cosas públicas, divulgar las cosas como si fueran parte de un circo», señaló Lula durante un encuentro con corresponsales.
Entre tanto, Rousseff reiteró la semana pasada que más allá de la suspensión impuesta por la Corte, su antecesor será parte del gabinete «sí o sí», sea como ministro o como asesor.
Por lo pronto Lula es aguardado en los próximos días en Brasilia, donde mantendrá reuniones con dirigentes políticos y posiblemente participe de un acto en defensa del gobierno que tendrá lugar el próximo jueves.