San Luis (LaNoticia) 14-03-16. La juez Virginia Palacio dictó el acto de procesamiento contra Diego Lorenzetti decretando su prisión preventiva.
85 páginas le llevaron a la juez Palacio para justificar el procesamiento de Lorenzetti por homicidio calificado por el vínculo, por mediar promesa remuneratoria y por el empleo de arma de fuego en calidad de autor intelectual.
Palacio expresa que la lleva al convencimiento de su fallo, todo lo tramitado en el expediente, sosteniendo, por ejemplo, que hay coincidencia en el monto del dinero que Lorenzetti habría ofrecido como pago, en 100.000 pesos; y se contradice cuando expone lo declarado por el hermano de la víctima, quien asegura que el propietario de un taller de motos le dijo que su cuñado habría pagado $ 200.000. La diferencia es mucha.
Cuando Palacio dice que hay correlación en varios relatos, por ejemplo, menciona una testigo presencial del hecho con lo dicho por De Oliveira en su indagatoria, pero hay algunos detalles demasiados llamativos en cuanto a falta de `correlación´ entre ambos. Mientras De Oliveira dijo que “El Bocón” le disparó, la mujer caminó unos metros hasta la vuelta de la esquina de su casa y que ahí le dispara por segunda vez; la testigo presencial señala que supuestamente “El Bocón” traía a la chica, la hace tirar boca abajo, que llega el de la moto -De Oliveira- que el otro llevaba algo en la mano, que siente la explosión, que se sube a la moto y se van. ¿Y el segundo disparo? ¿No lo escuchó la testigo presencial cuya ventana del dormitorio está enfrente a la escena de los hechos? Tanto correlato no existe.
También están en el expediente unos mensajes de texto entre Lorenzetti y el brasilero, donde el intendente de La Calera le dice si se anima a hacer “un trabajo”, pero en su indagatoria el brasilero aseguró que fue “El Bocón” el que le dijo que “el trabajo” se lo había pedido su primo “El Chori” supuestamente enviado por Lorenzetti y hasta aseguró que él iba a un robo no a un asesinato, que todo se lo `aclararon´ después del hecho.
Para preocuparse
La juez Palacio Gonela, no dio lugar a la nulidad de la prueba policial pedida por la defensa de Lorenzetti.
Lo preocupante de esa prueba que consta en el expediente, es que un policía que hace la labor “de calle” señala que varios “contactos” suyos le dijeron que Lorenzetti había mandado a asesinar a Romina Aguilar, pero en ningún momento da identidades de los supuestos “colaboradores” y hasta deja constancia de que ni él mismo sabe cómo se llaman.
Es decir que a partir de este tipo de `prueba´ nos encontramos todos los sanluiseños en libertad condicional, porque bastará con que cualquier policía “de calle” se le ocurra inmiscuir a cualquier sanluiseño de cualquier hecho delictivo, con ir y declarar que sus “contactos” sin importar quiénes son y siquiera si existen en realidad, le dijeron que fue tal o cual, para que los jueces determinen como verdad absoluta sus dichos. Esto es de una gravedad extrema, que preocupa y se necesita de manera urgente que alguien termine con este tipo de `pruebas´, toda vez que La Noticia en San Luis sabe de al menos dos casos en donde los jueces imputaron a partir de un policía que dijo que sus “contactos” le dijeron que…
En contexto
Romina Aguilar fue asesinada alrededor de las 06:40 del sábado 30 de enero, en la puerta de la casa 1 de la manzana 78 del barrio FAECAP, en el norte de la ciudad de San Luis, donde la mujer residía junto a su esposo e hijos.
En momentos en que la mujer acababa de sacar su camioneta Renault Duster para viajar a La Calera, donde cursaba el final de la escuela secundaria a través del programa Plan de Inclusión Educativo (PIE), fue sorprendida por dos jóvenes armados que iban en moto.
Los agresores la tomaron de la ropa, la arrastraron unos diez metros por el suelo, le dispararon dos balazos calibre .45, y escaparon en el mismo rodado en el que llegaron y sin robar nada, por lo que el robo como móvil del asesinato fue descartado de entrada.
Carlos Rubén Capella
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