San Luis (LaNoticia) 08-03-16. El joven puntano Andrés García Campoy (22) falleció en confusa situación en un control caminero de Gendarmería en Mendoza.
Según el sitio web mendocino Andino –hacé clic acá para ver la publicación-, el abogado de la familia de Andrés, Ramiro Villalba, presentó una recusación contra el juez mendocino Walter Bento, por su polémica actuación en la causa que investiga la muerte del joven puntano, aparentemente asesinado por dos efectivos de Gendarmería.
Según el artículo, Bento se cerró a considerar que Andrés se había suicidado con un tiro de escopeta, aun cuando es sumamente difícil que lo haya podido hacer.
Para la familia, como Andrés llevaba en el baúl de su auto una escopeta de colección y en desuso que había pertenecido a su abuelo y que aparentemente pensaba vender en Potrerillos en Mendoza. Cuando dos efectivos de gendarmería lo detienen en un puesto carretero, aparentemente uno de los gendarmes se quiso quedar con el arma y ante la negativa de Andrés, directamente lo habría asesinado. Esta hipótesis jamás fue investigada por el juez Bento.
Por su parte, Villalba basó su pedido en todas las pruebas que ha ofrecido tanto él como el fiscal de la causa y que, misteriosamente, fueron rechazadas por el juez.
Desde un principio, el fiscal y Villalba solicitaron el informe del GPS de los móviles del Escuadrón 28 de Gendarmería, que intervinieron en el caso; interrogar a los internos del móvil de Penitenciaría que llegó segundos después del caso, y la búsqueda de posibles testigos presenciales.
Llamativamente, Bento rechazó una y otra vez estos pedidos. Incluso, cuando las pruebas fueron solicitadas por la Procuraduría de Violencia Institucional, un organismo preparado para investigar este tipo de hechos.
Así las cosas, todos los testigos que hay en el expedientes, son miembros de fuerzas policiales provinciales y nacionales, cuando en la causa se investiga si un uniformado cometió un delito. Cabe recordar que por el hecho hay dos gendarmes imputados: Corazón de Jesús Velázquez (21) y Maximiliano Alfonso (24).
Las decisiones que hacen dudar
Como Bento rechazó la búsqueda de posibles testigos presenciales, la familia de Andrés Campoy se dirigió a la escena del hecho y en las inmediaciones halló a un grupo de personas que ese día presenciaron el caso.
Estos dieron una versión totalmente distinta a la de los gendarmes -que dicen que García se suicidó-, y agregaron que la noche posterior al hecho, un móvil de Gendarmería fue a su barrio, buscando a “testigos del hecho”.
Así encontraron a un hombre “que había visto todo” y se lo llevaron. Esa persona volvió al barrio en horas de la madrugada y al día siguiente, sorpresivamente, dejó su casa y nunca más fue vista.
Ante esto, Villalba volvió a pedir por el testimonio de estas personas, pero Bento lo rechazó.
Esto colmó la paciencia del letrado. Tal como contó la familia de la víctima, en febrero del 2015, la madre de Andrés García fue a buscar a Bento a Tribunales Federales, para preguntarle del caso.
Lejos de encontrar una respuesta, el magistrado respondió a los gritos: “Andrés se suicidó, tiene un tiro en la sien”. La mujer intentó explicarle que el disparo lo tenía detrás de la oreja, pero el juez volvió a la carga: “Hasta acá llegamos señora”, le dijo.
Pero además, para fundamentar su caso, Villalba resaltó la entrevista que Bento (foto) ofreció, supuestamente, a un medio de la provincia, donde adelantó que el chico “se había suicidado” y que “no se trataba de un crimen”.
El letrado se sorprendió de esa visión de los hechos, dado de que la causa está en plena instrucción.
Todas estas actitudes, sumadas a que se está ante un caso repleto de datos confusos que hacen dudar si García no fue asesinado por los gendarmes, el abogado querellante pidió la recusación.
Ahora el Juez deberá responder este pedido, y si no hace lugar, la decisión final la tendría la Cámara Federal de Apelaciones.
En contexto
Andrés García Campoy tenía 22 años y estudiaba higiene industrial. Murió el 14 de junio del 2014 en un control vial de Gendarmería, sobre Ruta 7, a la altura de la Destilería.
Nadie sabe qué hacía Andrés en ese lugar, pero se cree que iba a Potrerillos, a vender un arma de su abuelo.
Lo cierto es que fue detenido por los uniformados y en medio del control, falleció de un disparo. Los gendarmes, que cambiaron su versión en dos ocasiones, dijeron que se suicidó pero su familia duda.
Luego, las pericias hicieron dudar más la versión oficial. Una necropsia psicológica –realizada por expertos en la materia y donde se entrevistan a todos los allegados a la víctima-, arrojó que el chico “no tenía ningún tipo de indicio de suicidio”.
También, entre otras pruebas, llama la atención el mensaje que envió el joven minutos antes del caso. Era para un amigo, quien cumplía años ese día. “Ya tengo tu regalo para esta noche”, le dijo. Era una botella de vino, que fue encontrada en el baúl del auto.
¿Para qué le mandaría un mensaje a su amigo si tenía pensado suicidarse?
Carlos Rubén Capella
lanoticiaensl@gmail.com