El ministro de Educación, Esteban Bullrich, iba a rubricar el viernes un piso de $ 8.500 -el 40 % de aumento- pero luego consideró que la cifra podría «entorpecer» las negociaciones provinciales. Macri había hablado de un techo del 25 %.
El ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, aclaró que el Gobierno nacional dejará que «avancen las paritarias docentes provinciales y después firmar el acta nacional», una marcha atrás que generó un fuerte malestar entre los sindicatos.
El funcionario admitió que la firma del acta nacional, que fijó un piso de 8.500 pesos para el salario inicial, «entorpece» las negociaciones en las paritarias provinciales porque «la realidad de las provincias son muy diferentes».
El piso de $ 8.500 a nivel nacional «entorpece» las negociaciones provinciales, según Bullrich.
«Vamos a dejar que avancen las paritarias provinciales, ya que varias están por llegar a buen puerto, y después vamos a firmar el acuerdo nacional», sostuvo Bullrich.
«Si no hay clases el 29 de febrero será por culpa del Gobierno»
Los gremios del sector a nivel nacional se mostraron molestos por la suspensión del encuentro en el que debían firmar este viernes el acuerdo paritario con Nación. Amenazan con tomar medidas de fuerza a partir de esta semana.
Los representantes de los cinco gremios con representación nacional, Unión de Docentes Argentinos (UDA), la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA), la Confederación de Educadores Argentinos (CEA), el Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) y la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) cargaron este viernes contra el gobierno de Mauricio Macri al que responsabilizaron ante una eventual suspensión del inicio del ciclo lectivo previsto para el próximo 29 de febrero.
En conferencia de prensa, Sergio Romero (UDA) aseguró que «hemos llevado adelante una negociación con responsabilidad y seriedad y nos hemos encontrado con que la otra parte no cumple con la palabra empeñada, con el no cumplimiento del acto administrativo. Creíamos que el gobierno nacional estaba actuando de buena fe. No era así».
Y advirtió: «Hacemos responsables al gobierno nacional por el futuro inmediato de la educación en Argentina. Hemos trabajado muchísimo para tener negociaciones paritarias y llamamos a las autoridades a retomar la iniciativa y formalizar el acta con el ofrecimiento que nos hicieron. De no ser así, estas organizaciones sindicales la próxima semana nos volveremos a reunir para tomar medidas de acción directa».
En esa misma línea, desde AMET adelantaron que «si no comienzan las clases el 29 de febrero hay un solo culpable y ese culpable es el gobierno nacional que al día de hoy no ha querido formalizar el acuerdo que vinimos trabajando de manera seria».
Sonia Alesso, titular de CTERA, advirtió a su vez que «lo que pretende Macri es ponerle un techo a las paritarias. Planteó públicamente un techo del 25 % a las paritarias. En la paritaria nacional había una propuesta clara, concreta y sólo faltaba la firma del acta, ahora se pretende poner un techo en las negociaciones salariales provinciales».
Y recordó que los cinco gremios docentes han rechazado la expectativa del 25 % de inflación que maneja el gobierno nacional, «nos negamos a aceptar esa pauta porque no son nuestras cifras».
El martes pasado los gremios y el ministerio de Educación anunciaron que habían alcanzado un principio de acuerdo que debía refrendarse todavía en los consejos de cada sindicato pero que de antemano hacía prever una casi inmediata firma del acuerdo. La propuesta alcanzada por el ministro Bullrich preveía elevar el salario inicial docente desde los 6.060 pesos actuales a 7.800 en febrero y a 8.500 en julio, lo que representaba una suba del 40 %. Sin embargo el gobierno nacional dio marcha atrás y ahora se niega a firmar el acta acuerdo en el ministerio de Trabajo.
«Lo vimos muy solo a Bullrich» aseguró Romero.