«He propuesto que el pleno de investidura sea el día 2 de marzo», informó el líder socialista. El anuncio pone un primer límite a las difíciles negociaciones del PSOE en busca de apoyos de otras dos fuerzas políticas para su elección.
El líder socialista Pedro Sánchez se someterá al debate parlamentario y votación para convertirse en presidente del gobierno de España el próximo 2 de marzo, según anunció este lunes el titular del Congreso de los Diputados, Patxi López.
El PSOE de Sánchez cuenta sólo con 90 diputados y necesita sumar el respaldo de al menos dos partidos para superar la votación de investidura, previendo el rechazo ya anunciado del conservador Partido Popular (PP) del presidente en funciones, Mariano Rajoy, que cuenta con 123 escaños.
La sesión de investidura comenzará con la intervención de Sánchez, quien expondrá su programa de gobierno y solicitará la confianza del Parlamento para hacerlo. Los demás partidos expresarán sus posturas y recién después votarán, previsiblemente al día siguiente, el 3 de marzo.
En la primera votación el candidato socialista necesita el apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara Baja, es decir 176 diputados, para ser elegido presidente del Gobierno.
Si no la obtiene, se repetirá la votación 48 horas después, pero el candidato será investido presidente con mayoría simple, más votos a favor que en contra.
Una vez que se produce esa votación, en caso de que Sánchez no la supere, puede seguir negociando o el rey Felipe VI deberá proponer otro candidato. No obstante, a partir de la primera votación comienza a correr el plazo de dos meses a partir del cual si ningún candidato es elegido se convocarán nuevas elecciones.
Cabe recordar que Mariano Rajoy declinó la primera oferta del monarca por falta de apoyos para superar la investidura pese a que ganó las elecciones del 20 de diciembre, en una decisión inédita que abrió el camino a Sánchez.
El dirigente del PP no renunció a su candidatura, sino que pretendía ganar tiempo con la esperanza de que el dirigente socialista fracase en sus negociaciones, que son complejas, puesto que busca cosechar el apoyo de los liberales de Ciudadanos y los izquierdistas de Podemos, que mutuamente se consideran incompatibles.
Sánchez abrió una mesa de negociaciones con Ciudadanos y está a la espera de una nueva propuesta de Podemos para sentarse a hablar con su líder, Pablo Iglesias, quien le ofreció un gobierno de coalición del PSOE, Podemos e Izquierda Unida (IU), pero que veta cualquier acuerdo con los liberales liderados por Albert Rivera.