El accidente se produjo en una zona boscosa y de difícil acceso. Dos trenes de pasajeros chocaron este martes en el Estado alemán de Baviera causando al menos diez muertos y más de 100 heridos.
El accidente se produjo cerca del pueblo de Bad Aibling, ubicado a unos 60 kilómetros al sureste de Múnich, cerca de la frontera con Austria.
Todavía no se sabe qué causó el incidente, pero el jefe de la policía de Baviera, Rainer Scharf, dijo que todo indicaba que los dos trenes regionales, que se desplazaban por una vía única, habían chocado de frente.
Y según el ministro de Transporte, Alexander Dobrindt, todo indica que se desplazaban a alta velocidad al momento del impacto.
«Creemos que se desplazaban a unos 100 kilómetros por hora», dijo Dobrindt en conferencia de prensa.
«El lugar (del accidente) es una curva, así que tenemos que suponer que los conductores no tuvieron contacto visual antes del choque y por lo tanto chocaron sin haber podido frenar», agregó el ministro, quien describió la escena de la colisión como «horrible».
Como producto del impacto uno de los trenes se descarriló y varios vagones se volcaron.
«Ambos trenes se acuñan entre sí. El lado de un tren está completamente desgarrado», describió Dobrindt.
Numerosos doctores, ambulancias y helicópteros acudieron a la escena. Los servicios de emergencia trabajaron por horas para rescatar a pasajeros atrapados entre la chatarra.
Muchos de los heridos tuvieron que ser evacuados en helicópteros.
La colisión se produjo en la vía entre Rosenheim y Holzkirchen poco antes de las 07:00 hora local (06:00 GMT).
«Este es el peor accidente en años en esta región», le dijo a la agencia AP el vocero policial Stefan Sonntag.
Según la emisora regional Bayerischer Rundfunk, entre los muertos están los conductores de los dos trenes, operados por la compañía Bayerische Oberlandbahn.
Medios locales han advertido que el número de víctimas fatales podría seguir aumentando.
«El accidente es un gran shock para nosotros. Estamos haciendo todo lo posible para ayudar a los viajeros, familiares y trabajadores», dijo el director de Bayerische Oberlandbahn, Bernd Rosenbach.
Las autoridades locales describieron el accidente como «el peor en años».
Al tratarse de trenes regionales, muchos de los pasajeros se dirigían a su trabajo.
Pero los reportes sugieren que gracias a las vacaciones de carnaval no había estudiantes a bordo.
Según el ministro Dobrindt, la vía en la que se produjo el accidente tenía un sistema de frenado automático diseñado para detener a cualquier tren que se cruzara una señal de alto.
Y en la misma conferencia de prensa el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, dijo que resultaba «difícil comprender» que se hubiera producido un choque semejante a luz de toda la inversión en seguridad que se había hecho luego de otros accidentes ferroviarios.