En su primer día de visita oficial a Francia, Raúl Castro recibió el apoyo de este país al levantamiento del bloqueo económico-comercial a la isla de parte de EEUU. Hollande exhortó a Obama para terminar con ese “vestigio de la guerra fría”.
El presidente de Cuba, Raúl Castro, recogió ayer, en su primer día de visita oficial a Francia, el apoyo de este país al levantamiento del bloqueo económico-comercial a la isla de parte de Estados Unidos, en la forma de una exhortación del mandatario François Hollande a su par Barack Obama para que avance “hasta el final” para terminar con ese “vestigio de la Guerra Fría”.
En una declaración a los periodistas junto a Castro, después de la reunión que mantuvieron en el Palacio del Elíseo, Hollande consideró que pese a los «progresos» realizados por Estados Unidos, todavía queda por «eliminar» el bloqueo.
«Obama, que ha hecho numerosos gestos, debe, como él mismo ha dicho, ir hasta el final y permitir que este vestigio de la Guerra Fría termine», remarcó Hollande, que subrayó la permanente convicción de Francia sobre “la necesidad de levantar el embargo pese a las tensiones internacionales».
Obama se manifestó ya varias veces favorable a cesar el bloqueo, pero la decisión le corresponde al Congreso estadounidense, dominado por los republicanos.
El pronunciamiento de Hollande aparece como el dato central -aunque no nuevo, porque el mandatario francés ya había hecho manifestaciones públicas para que termine el embargo- de la primera jornada de Castro en París.
A su turno, Castro agradeció al presidente local su mensaje contra el embargo y por ejercer un «papel de liderazgo» en las relaciones entre la isla y la Unión Europea (UE), “sobre bases de respeto y reciprocidad».
«Francia es un importante socio para Cuba; somos dos naciones con realidades históricas y culturales diferentes, pero nuestras relaciones son de amistad», expresó Castro, que puso de relieve la apertura de «una nueva etapa» en las relaciones económicas bilaterales, especialmente tras el reciente acuerdo con el Club de París para reestructurar una deuda de 11.000 millones de dólares (de los cuales más de 4.000 millones correspondían a Francia) en cesación de pagos desde 1986.
Los acreedores condonaron el pasado 12 de diciembre 8.500 millones de dólares correspondientes a intereses y la isla se comprometió a pagar los 2.600 millones de dólares restantes en 18 años.
Castro y Hollande firmaron un acuerdo por el que ambos países destinarán 231 millones de dólares adeudados a un fondo franco-cubano, que financiará proyectos de desarrollo en la isla.
«Reiteramos el agradecimiento al gobierno francés por su papel significativo y su posición constructiva para alcanzar este importante resultado”, expresó Castro.
El acuerdo con el Club de París es considerado clave para posibilitar el acceso de la isla socialista a créditos de nivel internacional.
Primer mandatario cubano en visitar París en 21 años, Castro fue recibido con honores militares, honor que no le correspondió a Fidel cuando estuvo en la capital francesa en 1995.
Hollande fue hace ocho meses el primer líder de una potencia occidental en visitar Cuba después del histórico deshielo entre Washington y La Habana iniciado en diciembre de 2014.
Aquella visita representó también la primera de un jefe de Estado francés a la isla caribeña. «Ratificamos la voluntad de ampliar y diversificar las relaciones bilaterales con Francia en todas sus dimensiones», señaló Castro.
La UE negocia con Cuba desde abril de 2014 para alcanzar un acuerdo de diálogo político y cooperación, después de décadas de enfriamiento en las relaciones debido a las críticas por la situación de los derechos humanos en la isla. Varios países europeos, con Francia a la cabeza, abogan en tanto por una nueva política hacia La Habana.
Le tocó a la ministra de Ecología, Ségolène Royal, hacer de anfitriona ayer en la ceremonia celebrada en el Arco del Triunfo, donde se efectuó la tradicional ofrenda ante la tumba del soldado desconocido.
Castro llegó a París el fin de semana, pero su agenda oficial comenzó con ese acto, en el que se escuchó el himno de la isla y se vieron banderas cubanas en manos de representantes de organizaciones de solidaridad con el país centroamericano.
La visita, de marcado contenido económico, es mirada con atención por firmas francesas que ya operan en la isla: Pernod-Ricard, Accor, Bouygues, Total, Alstom, Air France o Alcatel-Lucent.
Con todo, el volumen de los intercambios comerciales, de unos 180 millones de euros, todavía no está a la altura de las expectativas francesas, según reconoció su ministro de Comercio Exterior, Matthias Fekl.
La cuestión estará en las conversaciones que la delegación cubana tendrá hoy con empresarios franceses en la patronal Medef servirá para explorar las oportunidades de negocio presentes en ese país caribeño.
El programa de Castro para hoy incluye reuniones con el primer ministro, Manuel Valls; la directora general de la Unesco, Irina Bokova; los presidentes de las dos cámaras parlamentarias, Claude Bartolone y Gérard Larcher; y la alcaldesa parisina, Anne Hidalgo, y una visita al Museo del Hombre.