El gobierno de Colombia y las FARC lograron en La Habana cerrar un acuerdo en materia de víctimas del conflicto y el sistema de justicia transicional, entendimiento que será formalmente presentado hoy, con una representación de afectados por el conflicto interno.
El anuncio formal se realizará hoy por la mañana en La Habana en una ceremonia a la que asistirá un grupo de 10 víctimas en representación de los afectados por el conflicto.
En ese acto se dará a conocer el documento íntegro del acuerdo, contenido en más de 70 páginas cuyos detalles no trascendieron y que abarca los componentes de verdad, reparación y garantías de no repetición, además del sistema de justicia transicional que se aplicará a los responsables del conflicto.
El pasado 23 de septiembre ya se anunciaron las líneas centrales de esa jurisdicción especial para la paz con la presencia del presidente Juan Manuel Santos y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño alias Timochenko, que protagonizaron en el Palacio de Convenciones, sede de los diálogos, un histórico apretón de manos que marcó un punto de inflexión para el proceso de paz.
Ese acuerdo inicial sobre justicia contempla una jurisdicción especial para todos los implicados en la guerra, con beneficios para quienes admitan su responsabilidad en los delitos.
Sin embargo, la negociación de los detalles de ese documento fue en las últimas semanas el principal escollo para el cierre del punto sobre víctimas, por las diferencias en asuntos como la concreción de la privación de libertad «en condiciones especiales», las extradiciones o la forma de elección de los magistrados del tribunal especial de paz.
Pese a esas diferencias, voceros de ambos equipos negociadores coincidieron en expresar su satisfacción por haber conseguido cerrar este acuerdo al que calificaron como «trascendental» y como «un paso importante» hacia la paz.
«Hemos cerrado satisfactoriamente la Jurisdicción Especial para la Paz y el acuerdo parcial sobre el punto víctimas», escribió en su cuenta de Twitter el jefe de los negociadores de la guerrilla, Iván Márquez, alias de Luciano Marín Arango.
El acuerdo que se anunciará hoy será el cuarto que se alcanza durante el actual proceso de paz -que comenzó hace más de tres años- tras haber consensuado puntos sobre tierras y desarrollo rural, participación política y drogas y narcotráfico.
Pero el de víctimas fue el punto que más tiempo les tomó a los negociadores, que abrieron las conversaciones sobre este tema en agosto de 2014 y que incluyó la participación directa en la Mesa de La Habana de cinco delegaciones de afectados por la guerra en Colombia.
Durante el debate de esta cuestión, el proceso de paz sufrió altibajos y momentos de crisis, y también avances como los acuerdos para un plan de desminado en Colombia o para la búsqueda de desaparecidos durante el conflicto.
El acuerdo sobre víctimas llega también a pocos días de un simbólico reconocimiento de responsabilidad por parte de las FARC ante las comunidades afrocolombianas e indígenas de Bojayá, en el Departamento del Chocó (Oeste), donde en mayo de 202 murieron al menos 79 personas y más de 100 resultaron heridas por la explosión de un cilindro bomba lanzado por miembros de esa guerrilla. Un gesto que Santos destacó como un acto significativo y necesario en la ruta de la paz.
Tras conocerse el cierre de este punto, el senador del partido Centro Democrático y ex presidente Álvaro Uribe, férreo opositor al proceso de paz, presentó una serie de cuestionamientos y observaciones al acuerdo.
De acuerdo al ex mandatario, esa justicia transicional no debe ser aceptada por civiles, militares y policías porque fue creada sólo por el gobierno con la FARC e insistió además que la misma no debería dar impunidad a los cabecillas de la guerrilla porque en un futuro eso “sería fuente de más violencia”.
Luego del acto sobre el acuerdo de víctimas anunciado para hoy, el proceso de paz entrará en un receso por las fiestas navideñas y fin de año con la previsión de retomar las negociaciones en La Habana en enero.
Allí el proceso encarará su recta final para completar el último punto de la agenda que es el fin del conflicto en el que tampoco a priori hay acuerdo entre las partes.
Este capítulo incluye, entre otros aspectos, las condiciones del cese al fuego bilateral y definitivo o el abandono de las armas por parte de la guerrilla, que según el acuerdo sobre justicia se realizará en un plazo de 60 días después de la firma del acuerdo definitivo de paz.
Para preparar el fin del conflicto trabaja desde hace más de un año una subcomisión técnica de carácter consultivo conformada por altos mandos militares colombianos y guerrilleros de las FARC.