Mauricio Macri y Gabriela Michetti juraron como Presidente de la Nación y Vice ante la Asamblea Legislativa. En su primer discurso ante la asamblea legislativa, el mandatario convocó a los argentinos a «construir el país del Siglo XXI» con un fuerte llamado a la «unión», el «trabajo en equipo» y su compromiso por la pobreza cero, la lucha contra el narcotráfico, y «el diálogo con el mundo manteniendo los reclamos soberanos».
Tras el juramento de rigor de él y de la vicepresidenta Gabriela Michetti, quienes cumplirán su mandato desde ayer y por el término de cuatro años, tras haber triunfado en el balotaje del pasado 22 de noviembre, Macri inició su primer mensaje llamando a ser «optimistas respecto de nuestra esperanza y el futuro», porque «este gobierno que iniciamos va a trabajar incansablemente, en los próximos cuatro años, para todos los argentinos, especialmente para quienes más lo necesitan».
«Como presidente, quiero ser un ciudadano más que se pueda comunicar con todos los argentinos, para transmitirles mis dudas, mis certezas, mis ideas, mi esperanza y todas mis ganas de hacer», sostuvo Macri delineando un liderazgo de «dirigentes modernos que trabajan en equipo para servir a los demás» que perfila sus próximos años de gestión.
«En el siglo pasado la sociedad privilegiaba liderazgos individuales en todos los ámbitos: en todos los campos se buscaban genios que resolvieran todo; pero en el siglo XXI hemos entendido que las cosas salen bien cuando se arman equipos», destacó, y mencionó su paso por los ámbitos del deporte y la Jefatura de Gobierno porteña en donde estos «construyeron soluciones concretas para los problemas de la gente».
Macri reiteró en su discurso los principales ejes de su campaña: «pobreza cero», la «lucha contra el narcotráfico» y «la unión de los argentinos», que destacó como un «desafío excitante» y «la clave de la construcción de la Argentina del siglo XXI», porque «hoy se viene un tiempo nuevo, de diálogo, respeto y trabajo en equipo; y con más justicia social».
Además reiteró que «este gobierno va a combatir la corrupción», y aseveró: «seré implacable con todos aquellos de cualquier partido, sean propios o ajenos, que dejen de cumplir con lo que señala la ley: no habrá tolerancia con esas prácticas abusivas, porque los bienes argentinos son para todos los argentinos, y no para el uso incorrecto de los funcionarios».
El presidente electo promovió también la «revolución de la educación pública» en donde el «conocimiento es el factor clave para alcanzar nuestra potencialidad individual y colectiva»; y la incorporación del «gobierno abierto» para que «la información del gobierno sea puesta a la luz, visible para todos, ya que sólo haciendo eso podremos sumar a cada argentino que quiera sumar su talento y capacidad».
Macri reiteró su apoyo «total a la justicia independiente», la que ha sido «estos años un baluarte de la democracia que impidió que el país cayera en un autoritarismo irreversible»; y afirmó que «no habrá jueces macristas», y reclamó «celeridad, porque la justicia tardía no es justicia».
Ante la presencia de varios mandatarios de la región y del mundo, el Jefe de Estado afirmó que «tenemos una visión nueva en la política, y creemos en la unidad y cooperación de América Latina y el mundo. Es necesario superar la confrontación, y aunque por supuesto mantendremos todos nuestros reclamos soberanos, lo haremos sin que eso impida un normal relacionamiento con todos los países del mundo».
Además, saludó a los ex candidatos a presidente presentes: «estemos unidos por vocación democrática y por el sueño de ver a la Argentina desarrollada», pidió.
Y finalizó señalando que «quiero decirles que los desafíos que tenemos por delante son enormes, y no vamos a resolver los problemas de un día para el otro, pero las grandes transformaciones se hacen dando pequeños pasos todos los días. Hemos aprendido que cuando uno más hace más se equivoca, y ahí los necesito, porque esto lo hacemos juntos: estoy convencido de que si los argentinos nos unimos seremos imparables».