Los primeros cuerpos de las 42 personas que, hasta ahora fallecieron producto del choque entre un autobús y un camión en una ruta cercana a Burdeos, en el peor accidente de tránsito ocurrido en Francia en más de 30 años, fueron extraídos el sábado del micro para iniciar su identificación.
Los cadáveres fueron trasladados al instituto anatómico de Burdeos para tomarles muestras de ADN ya que quedaron muy deteriorados por el incendio que se produjo tras el siniestro vial.
Todavía no se estableció el número de fallecidos, que podrían ser 43 ó 44, porque no se sabe exactamente cuántos viajeros iban en el autobús, dado que la lista estaba en su interior y se quemó.
Los fallecidos en el autocar serían 41 ó 42, a los que hay que añadir el camionero Cyril Aleixandre, de 31 años, y su hijo, de 3, que viajaba en la cabina y sobre cuyos restos no hay dudas.
De los ocho supervivientes -entre los que está el conductor del autobús- cuatro siguen hospitalizados en Burdeos y Libourne, aunque no se teme por la vida de ninguna de ellos, precisó la prefectura.
Tanto el chófer del autobús como tres de los sobrevivientes ya fueron interrogados y, al menos, el primero volverá a declarar en las próximas horas.
A su testimonio se añadirán diversas pruebas materiales y en particular el tacógrafo del camión, aunque dado su deterioro, hay dudas sobre si se podrán utilizar los datos que registra, señaló el coronel de la Gendarmería Patrick Touron.