El ex presidente de la DAIA afirmó que hubo «afán» de hacerlo «entrar por la ventana» a la causa penal, al rechazar las acusaciones en su contra y afirmar que actuó siempre «en función del interés supremo» de obtener justicia por el ataque terrorista perpetrado el 18 de julio de 1994.
Beraja prestó declaración indagatoria ante el Tribunal Oral Federal 2 y a lo largo de cuatro horas y media aludió a que el gobierno menemista tenía pistas sobre células iraníes en Argentina antes de la voladura, a las falencias de las fuerzas de seguridad y remarcó que la organización judía que presidió nunca cuestionó su accionar, al igual que la AMIA.
«Este juicio es mucho más que una paradoja y yo lo interpreto como una escena, un cuadro del teatro del absurdo», afirmó el acusado al descalificar el debate oral y tratarlo de juicio «sustituto del verdadero», en alusión a aquel en el que debería ventilarse quién voló la AMIA, ataque aún impune.
«Ni la DAIA ni la AMIA hubieran sido cómplices de una actitud ilícita de un representante de la entidad», aseguró al iniciar su indagatoria, en la que también criticó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación por lo hecho en la investigación del atentado a la Embajada de Israel del 17 de marzo de 1992.
«Voy a rechazar» las acusaciones, continuó el ex titular de la Delegación de Asociaciones Israelitas procesado como supuesto «partícipe necesario» del delito de peculado a raíz del pago de 400 mil dólares al acusado del ataque Carlos Telleldín para declarar y derivar la investigación hacia policías bonaerenses como responsables de la llamada conexión local de la voladura que causó 85 muertos.
«Mi actuación estuvo ajustada a derecho en función del interés supremo que teníamos de obtener justicia», afirmó Beraja, de 76 años y de profesión actual abogado, según informó a los jueces al inicio de la audiencia en los tribunales federales del barrio porteño de Retiro.
Durante casi cinco horas de monólogo, con un breve cuarto intermedio en el que no se movió del banquillo de los acusados en la sala de audiencias, Beraja repasó los orígenes de la DAIA, lo ocurrido tras el ataque a la Embajada de Israel, las reuniones con el entonces titular de la SIDE, Hugo Anzorreguy, donde éste admitió seguir pistas que llevaban a ciudadanos iraníes como el actual prófugo Moshen Rabbani.
Su declaración fue seguida en la sala de audiencias por familiares de víctimas, sobrevivientes y un piso más arriba, en el sector asignado a la prensa, ex dirigentes de la DAIA y AMIA que lo acompañaron.