San Luis (LaNoticia) 03-09-15. Finalmente, en la jornada de ayer, fueron a prestar declaración Gladys Bailac de Follari, el contador Becerra y Cristina Planella, en su carácter de ser los tres máximos responsables de la obra social DOSEP en las épocas en que ocurrió el supuesto desfalco denunciado en enero de 2006.
La primera en declarar fue Bailac, quien se hizo la desentendida de todo, pero dejó una declaración en `cuerda floja´ cuando respondió que “yo no puedo haber dado una orden así”, cuando se le consultó sobre si los libros de bancos se escribían en lápiz, ignorando por completo que así ocurría, tal lo testimoniado en audiencia anterior por la contadora del Tribunal de Cuentas, quien relató que habían encontrado libros de bancos escritos con lápiz. Bailac dejó en claro que a ella, en responsabilidad contable, le seguía el contador Becerra y después la tesorera Cristina Planella, asegurando que el único imputado en la causa, Roberto Escudero, no era subtesorero como lo han sindicado algunos. Lo más llamativo de la jornada, es que cuando Bailac terminó su declaración y se dispuso a salir, el fiscal de Cámara, Fernando “Chulo” Rodríguez, salió casi corriendo de la sala de audiencias y se puso a conversar con la ex interventora de DOSEP en un pasillo contiguo a la sala de audiencias. La gran pregunta es ¿Qué tenía que hablar el fiscal de Cámara con quien está sospechada por, al menos, mal desempeño en su cargo público?
Por su parte, el contador Becerra demostró que poco y nada le importaba el control mientras duró su gestión en DOSEP, y también aseguró que no había libros de bancos, desmintiendo así a la contadora del Tribunal de Faltas que aseguró que había libros de bancos y que éstos estaban escritos en lápiz. Es más que obvio que acá alguien miente y debería ser tarea de la Cámara dilucidar quién o quiénes.
A su turno, Cristina Planella, estuvo en la misma sintonía de Becerra afirmando sin decirlo explícitamente que, el control de los movimientos dinerarios de DOSEP era lo que menos les importaba mientras trabajaron allí. Planella en todo momento intentó implicar a Escudero como el único empleado que manejaba el dinero que entraba y que luego se le entregaba a los empleados del banco, momento supuesto en el que se producía el desfalco denunciado. El tema central vuelve a presentarse como pregunta ¿Cómo pudo un empleado raso defraudar a DOSEP, si tenía dos supuestos controles superiores? Es difícil enfocar a un empleado común quedándose con los dineros públicos, habiendo una tesorera y un contador por encima, salvo, claro está, que estos dos no realizaran las labores de control que les cabía o que hayan sido ellos los encargados del desfalco.
A unos sí a otros no
Ayer se pudo apreciar un claro momento que probó que el fiscal de Cámara, Fernando “Chulo” Rodríguez, busca más condenar a Escudero que buscar la verdad real. Ante pedidos de la defensa de Escudero, Rodríguez siempre se negó porque sostiene que el debate oral no es lugar para ofrecer pruebas nuevas o pericias nuevas, olvidándose que en el segundo juicio oral por el caso Gramaglia, el mecánico Soria obtuvo su absolución gracias a que el tribunal le permitió la realización de un nuevo ADN, hecho que se le negó permanentemente con anterioridad y precisamente ese ADN fue el que cambió la historia y le permitió ser absuelto. A la defensa, sistemáticamente, no le aprueba los pedidos; pero ayer el representante de Fiscalía de Estado solicitó una pericia caligráfica, algo que no se pidió en 10 años, pero Rodríguez no tuvo la misma línea que mantenía con la defensa y no se negó a que se conceda esta pericia. A esta altura ya no se puede negar el ritmo inquisidor de “Chulo” Rodríguez, quien increíblemente -o no tanto- busca más condenar a Escudero que encontrar la verdad real de lo ocurrido, a punto tal que `saltó´ a hablar amablemente con Bailac, cuando debería haber pedido una compulsa para que se la investigue por presunto mal desempeño en sus deberes de funcionario público, algo que hasta el momento no solicita y al parecer, está lejos de solicitarlo.
Carlos Rubén Capella
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