San Luis (LaNoticia) 03-09-15. La figura del actor más vulnerable a la hora de un accidente: el peatón, ha ido cambiando. Hoy nos encontramos con los peatones tecnológicos, transeúntes completamente ensimismados en su celular, o reproductor de música, que tropiezan con otras personas, árboles, postes de luz, cruzan sin mirar y hasta se caen de lleno en la calle y se lastiman. Y a la hora de escuchar, muchas veces ni se inmutan ante las advertencias de las bocinas o de otros peatones.
Según un informe realizado el año pasado por la Defensoría del Pueblo de la Nación, los peatones son el principal grupo de riesgo. Mientras de cada 1.000 lesionados que circulaban en auto o moto han muerto alrededor de 7 y 8 personas respectivamente, de cada 1.000 peatones atropellados han fallecido 15. El elevado riesgo de muerte que padecen los peatones se encuentra altamente asociado a la falta de elementos de protección. En los atropellamientos, los vehículos impactan directamente sobre el cuerpo de las víctimas, que no cuentan con ningún elemento que pueda mitigar la brutalidad del choque.
Los peatones tecnológicos son aquellas personas que caminan con la vista clavada en la pantalla del celular o abstraídos por la música de sus mp3. Y estos son simplemente dos dispositivos de la amplia oferta que tienen hoy para distraerse. Correos electrónicos, Redes social, videojuegos y películas, están al alcance de su mano para llevarlos a otra realidad. El peligro radica en que pierden la noción del riesgo cuando caminan utilizando alguno de estos dispositivos. En este sentido, la Federación Española para la seguridad vial calcula que un 20 % de los transeúntes muertos estaba hablando con el móvil o iba escuchando música.
El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, ha ganado U$S 50.000.000.000 con su empresa, centrándose en nuestro miedo a la soledad, “eso es Facebook”, esta es la reflexión sobre el rol de las redes sociales en la vida moderna del sociólogo Z. Bauman. “Nunca en la historia humana hubo tanta comunicación como hoy pero esta comunicación no desemboca en el diálogo, que es el desafío cultural más importante de nuestro tiempo. Nadie realmente habla. En Facebook jamás puede suceder que alguien se sienta rechazado o excluido. Siempre, veinticuatro horas al día, los siete días de la semana, habrá alguien dispuesto a recibir un mensaje o a responderlo”. Es por ello, que los otros actores que intervienen en la educación vial las 24 horas deben estar atentos, no sólo a lo que demanda la realidad vial, sino que también deberíamos estar atentos a estos tipos de peatones que ensimismados en su tecnología corren mayor riesgo por su desidia.
Un estudio publicado en el British Medical Journal y realizado por el Hospital Infantil de la Universidad de Maryland y la Oficina de Servicios de Salud de las Escuelas Públicas de Baltimore, en Maryland, Estados Unidos, contabilizó 116 casos de siniestros de peatones con evidencia del uso de auriculares en el momento del incidente. La edad promedio de las víctimas fue 21 años, el 68 % eran varones y el 67 %, menores de 30 años. La mayoría de los vehículos involucrados eran trenes (55 %) y el 89 % de los casos ocurrió en ambiente urbano. En el 74 % se estableció que las víctimas estaban usando el auricular en el momento del siniestro. En 34 de los 116 casos (29 %), los informes mencionan específicamente que hubo bocinas o sirenas sonando antes de que la víctima fuera golpeada.
La distracción o ceguera por falta de atención, se produce por un desdoblamiento de la función cognitiva que reduce la asignación de recursos mentales o la atención a los estímulos externos. Este fenómeno que involucra la distracción cognitiva para interpretar los estímulos auditivos y la distracción táctil necesaria para manipular los dispositivos electrónicos expone a los peatones a mayores situaciones de riesgo. Los estudios demostraron que existe una correlación débil entre la distracción (definida como el uso de auriculares, teléfono celular, comer, beber, fumar o hablar) y la menor cautela para cruzar la calle. Además, se observó que los peatones que hablaban por teléfono celular cruzaban la calle con mayor lentitud, aumentando el tiempo de exposición al tránsito vehicular.
La privación sensorial denominada aislamiento del medio ambiente, es la incapacidad para escuchar sonidos que emanan del entorno local. En este sentido se puede inferir, aunque faltan estudios para demostrarlo, que los auriculares pueden haber jugado un papel importante en la mayoría de las lesiones y muertes en las series de casos analizados en el estudio.
Tradicionalmente los peatones han sido considerados víctimas ante los atropellos. Sin embargo, los que caminan por la calle también cometen muchas infracciones y adoptan conductas riesgosas. A la hora de circular, desconectémonos de la tecnología, levantemos la cabeza y conectémonos con la realidad vial. Evitemos sumar un peligro más a la jungla urbana.
FUENTE: CESVI