En un momento de tensiones en las negociaciones con el gobierno de Juan Manuel Santos, el grupo guerrillero busca aire en el teatro de operaciones. El presidente indicó que se necesitan más gestos de paz.
La guerrilla colombiana de las FARC anunció el miércoles su disposición a ordenar un cese unilateral al fuego por un mes desde el 20 de julio, con el fin de crear las condiciones para que el Gobierno tome una medida similar que facilite el diálogo de paz y reduzca la intensidad de las hostilidades.
El jefe del equipo negociador del grupo rebelde, Iván Márquez, hizo el anuncio antes del inicio de una nueva ronda de diálogo en La Habana, donde las FARC y el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos discuten desde hace 31 meses las condiciones para terminar con más de cinco décadas de violencia.
«Recogiendo el espíritu del llamado de los garantes del proceso, Cuba y Noruega, y de sus acompañantes, Venezuela y Chile, anunciamos nuestra disposición de ordenar un cese al fuego unilateral a partir del 20 de julio, por un mes», anunció Márquez al leer un comunicado de las FARC.
«Buscamos con ello generar condiciones favorables para avanzar con la contraparte en la concreción del cese al fuego bilateral y definitivo», añadió.
El presidente Juan Manuel Santos, en tanto, remarcó que «se necesita más» luego del anuncio realizado por el líder guerrillero.
«Valoramos gesto de cese unilateral de fuego de las FARC pero se necesita más, sobre todo compromisos concretos para acelerar negociaciones», indicó el jefe de Estado a través de su cuenta personal de Twitter.
Desde el inicio de las negociaciones de La Habana, en noviembre de 2012, el grupo guerrillero ha propuesto una tregua bilateral mientras se desarrollan las pláticas de paz, a lo que se ha opuesto reiteradamente Santos.
Las FARC pusieron en vigor una tregua unilateral por tiempo indefinido en diciembre, pero la levantaron en mayo tras una seguidilla de ataques militares, en los que murió una treintena de guerrilleros.
Márquez acusó el martes al gobierno colombiano de haber incrementado las incursiones militares contra las campamentos de las FARC mientras éstas cumplían su tregua unilateral y afirmó que las autoridades «no supieron valorar» este gesto de la guerrilla.
El gobierno y las FARC se achacan mutuamente la responsabilidad de haber encendido la chispa que condujo al escalamiento del último conflicto armado en América, que dura ya medio siglo y que ha dejado 220.000 muertos y seis millones de desplazados.
El primer gran incidente ocurrió a mediados de abril, cuando una emboscada guerrillera dejó 11 militares muertos. Las FARC alegan que se trató de una acción defensiva, ya que los soldados estaban persiguiendo a un destacamento guerrillero en una zona bajo control rebelde.
Un mes después, el gobierno lanzó una seguidilla de ataques contra posiciones rebeldes, lo que llevó a las FARC a levantar su tregua.
Los cuatro países que acompañan el proceso llamaron a desescalar el conflicto para crear un «clima propicio» que permita que las partes logren cerrar los puntos pendientes de la agenda, «incluyendo la adopción de un acuerdo bilateral y definitivo de cese al fuego y las hostilidades, y lo referido a los derechos de las víctimas».
Ambas partes están cerca de cerrar un acuerdo parcial sobre reparación a las víctimas, y se especula que podrían anunciarlo este lunes, cuando se cierra este ciclo de pláticas de paz.
El gobierno de Santos y las FARC han consensuado hasta ahora tres de los seis puntos de la agenda de paz y han acordado además un programa de desminado y la creación de una Comisión de la Verdad.
Como «garantes» del proceso, diplomáticos de Noruega y Cuba asisten a todas las reuniones entre el gobierno y las FARC en La Habana, mientras los enviados de los países «acompañantes», Chile y Venezuela, participan sólo en las sesiones de cierre de un ciclo de pláticas.
Estos países afirman que no son «mediadores», pues no intervienen en los debates, aunque dialogan separadamente con el Gobierno y con las FARC.
Santos, por su parte, también utilizó la red social para anunciar que fueron capturados 11 guerrilleros del ELN, quienes habrían participado la semana pasada en dos atentados con explosivos en Bogotá.
«Capturadas 11 personas del ELN responsables de petardos en Bogotá. Felicitaciones a @PoliciaColombia y @FiscaliaCol -Pagarán por atentados», escribió luego, y en otro tuit, confirmó que se reportaron otras tres detenciones.
Los dos atentados fueron perpetrados el jueves de la semana pasada en dos sitios diferentes de la capital colombiana, y dejaron diez heridos.