San Luis (LaNoticia) 06-07-15. Para terminar con el “retardo de Justicia”, el Superior Tribunal de (In)Justicia de San Luis, a finales de mayo de 2014, emitió la acordada Nº 234 –haga clic acá para leer el texto completo de la acordada– mediante la cual les “recordaba” a los jueces de los fueros Civil, Comercial, Minas, Menores y Familia que a partir del primer día de 2015 debían cesar la mora, y que no iban a poder pedir más de una prórroga durante todo 2015 y que si la pedían, no debía superar los 30 días. Hay un juez al cual ya le dieron dos prórrogas en 2015 y ambas por ¡60 días! Por algo, a ese juez en los tribunales lo llaman `el pollo de Uría´.
Se trata del titular del Juzgado de Primera Instancia en lo Civil, Comercial y Minas Nº 3 de la Primera Circunscripción Judicial, Javier Solano Ayala, quien por acuerdo Nº 80/2015 –haga clic acá para leer el texto completo de la acordada-, el 5 de marzo de 2015 se le otorgó una prórroga por 60 días para 107 autos interlocutorios y 73 sentencias definitivas –ver archivo-. Con esto, ya los ministros del Superior Tribunal echaban por tierra lo dispuesto en el acuerdo Nº 234/2014. Pero como para dar más nota todavía, ya le dieron la segunda prórroga del año, a apenas cuatro meses de la anterior, el día 3 de julio de 2015 mediante la Nº 318/15 –haga clic acá para leer el texto completo de la acordada-, también por 60 días para 61 sentencias definitivas y 49 autos interlocutorios.
“Que el art. 937 del Código Procesal Civil y Comercial Provincial (Ley N° Vl-0150-2013), establece textualmente que `….Los Juzgados en materia Civil, Comercial, Minas, Familia y Menores de la Provincia deberán al día primero de enero de 2015, haber cesado la mora en el dictado de Sentencias definitivas e Interlocutorias, bajo pena de incurrir en las causales de mal desempeño de conformidad a lo establecido en el Artículo 167 del Código Procesal Civil y Comercial de la provincia de San Luis…´”, decían amenazantes los ministros en aquella acordada Nº 234 de 2014, algo que los deja más que mal parados ante esta el otorgamiento de una nueva prórroga a Solano Ayala, puesto que más allá de borrar con el codo lo que firmaron con sus manos, bajo ningún concepto buscan denunciarlo por “incurrir en las causales de mal desempeño de conformidad a lo establecido en el Artículo 167 del Código Procesal Civil y Comercial de la provincia de San Luis”.
Si uno busca la historia laboral reciente de Solano Ayala, descubrirá que fue secretario privado de Omar Uría como ministro del Superior Tribunal, y que de allí saltó al cargo de juez que hoy ocupa, con lo cual solo queda darle la razón a las malas lenguas tribunalicias cuando se refieren a él como `el pollo de Uría´ y se entiende el por qué lejos de exigirle que cumpla con su deber, los ministros siguen `apañándolo´ acordando contra los intereses de tantos justiciables que esperan esas resoluciones de manera más que urgente.
Carlos Rubén Capella
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