San Luis (LaNoticia) 06-07-15. La Cámara del Crimen Nº 2, bajo la presidencia de Hugo Saá Petrino, firmó el primer día de julio el llamado a comienzo del juicio oral y público para el próximo 8 de septiembre, a la hora 09:30, por la tragedia en Zanjitas, donde un tren de ALL embistió al interno 63 de la empresa Polo, dejando como luctuoso saldo la muerte de ocho personas, entre ellas seis pequeñas de 11 años, alumnas del colegio Santa María de San Luis.
Dentro del escrito mediante el cual se fija la fecha de comienzo del juicio, hay dos detalles más que llamativos. Uno de ellos el que dispone como decaído el derecho a la presentación de pruebas a 20 abogados que representan a distintas partes en el expediente; como así también que se dispone la realización de una “Reconstrucción Virtual” para la determinación mecánica del accidente.
Derecho decaído
Una veintena de abogados que son partícipes en el expediente, representando a distintas partes, no cumplieron con la presentación de pruebas, con lo cual el tribunal les dictó como decaído ese derecho.
Entre los abogados se encuentran José Luis Dopazo, Ernesto Nader Alí, Jorge Rubén Sosa, Roberto Eduardo Pagano, entre los más conocidos; y la representante del chofer del colectivo Julio César Jofré, la abogada Natalia Sarmiento.
Esto significa que si alguno de los 20 abogados tenía algún tipo de prueba que consideraba indispensable que se discutiera en el juicio oral y público, pues ahora no tendrá la oportunidad de que así sea.
Los que presentaron pruebas
Por la cantidad de muertos y heridos -muchos de ellos de consideración por mutilación- éste es uno de los juicios que más partes representadas tendrá, pero de todas ellas, solamente tres partes presentaron las pruebas que consideran contundentes para ser tratadas.
Se trata del fiscal de Cámara y de los particulares damnificados Juan Carlos Nellar y Carlos Salomón.
Prueba llamativa
Sin lugar a dudas, la prueba más llamativa que el tribunal consideró que se debe realizar para determinar la mecánica del accidente, es el pedido de una “Reconstrucción Virtual”, la que deberá ser realizada por peritos del Cuerpo Profesional Forense, el cual todavía carece de autoridades formales nombradas oficialmente.
La gran pregunta sería si en San Luis, y más dentro del Cuerpo Profesional Forense, existe perito alguno capaz de entregar esta pericia de manera confiable y contundente.
Pero más allá de eso, para realizar cualquier tipo de pericia virtual, es necesario conocer al detalle cada característica técnica de los vehículos que participaron del accidente, algo que, prima facie, sería imposible en el caso de la formación ferroviaria, toda vez que Mirtha Esley, como juez de primera instancia del caso, en ningún momento le hizo la pericia mecánica ni a la locomotora ni a los vagones que formaron parte del hecho. Por consiguiente ¿Qué datos sobre el sistema de frenos real que tenía la formación al momento del accidente, por ejemplo, se pondrían como datos en la pericia virtual?
Y esa pregunta no es casual, sino que buscaría saber si los maquinistas de la formación ferroviaria pudieron -o no- detener el tren al ver el colectivo en medio de las vías, para así intentar evitar la colisión. Porque si los maquinistas pudieron evitar la colisión y no lo hicieron, podrían ser también responsables del accidente. Pero esto, en la etapa primaria de la investigación judicial, increíblemente, no se tuvo en cuenta, dejando huérfana a la causa de una instancia fundamental a la hora de buscar los responsables de las muertes y las mutilaciones.
El hecho
El 2 de noviembre de 2011, un contingente de alumnas, docentes y autoridades del Colegio Santa María de San Luis emprendió un viaje al Sur de la Provincia de San Luis con la finalidad de llevar ayuda a niños necesitados de la localidad de Cazadores.
A poco de llegar, cuando el interno 63 de la empresa Polo, al mando del chofer Julio César Jofré, se disponía a cruzar las vías que atraviesan la Ruta Provincial Nº 3, en la localidad de Zanjitas -ubicada a 60 kilómetros al Sur de la capital provincial-, por causas pocos claras, quedó en medio de las vías y fue colisionado por una formación ferroviaria que pertenecía a la empresa ALL.
Como consecuencia del accidente, perdieron la vida las alumnas Paula Quiroga, Ana Paula Garro Salomé, Manucha Rocío Mariani, Jara Melina Medero, Julieta Sánchez, Luz María Bianciotti; la docente Jessica Broncal y la vicedirectora del colegio María Virginia Farías.
En el colectivo viajaban 48 pasajeros, todas mujeres, que superaban ampliamente el número de asientos disponibles.
Carlos Rubén Capella
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