Una estudiante de 23 años fue atacada mientras se desplazaba en colectivo desde el barrio de General Bustos hacia el centro de la capital cordobesa. Su padre, el ex concejal de la UCR Mario Rey descargó su dolor e ira por las redes sociales. Un fiscal actuó de oficio en la investigación.
La adolescente, identificada como Guillermina Rey, debió ser atendida en la guardia de una clínica, donde los médicos confirmaron que se encontraba bajo los efectos de «escopolamina», conocida como burundanga, una droga que adormece los músculos y lleva a perder el conocimiento.
Según el relato del padre, su hija iba en el colectivo, cuando: «Se le acercó una mujer mayor y le pidió que la dejara pasar para sentarse al lado de la ventana porque se sentía mal. Mi hija la dejó pasar y la mujer la rozó con un pañuelo. Al ratito nomás empezó a descomponerse».
A partir de ese momento y por lo que cuenta Rey, Guillermina comenzó a sentir que se le adormecían los músculos, indicó Día a Día.
«Vio que la señora de al lado le hacía señas a gente que estaba afuera», señaló el padre de la joven, que según sospecha, planeaban secuestrarla o bien asaltarla.
La joven se refugió en una verdulería de la calle Humberto Primo y General Paz, y luego de ello alcanzó a enviarle un mensaje a su padre, en el que decía: «Papá, me drogaron en el colectivo, vení a buscarme».
El ex concejal auxilio a la joven, en compañía de su hijo, y ambos llevaron a Guillermina a una clínica, donde le confirmaron a Rey que estaba bajo los efectos de la escopolamina.
El médico le explicó que la burundanga es una droga altamente tóxica y que se puede suministrar incluso por contacto con la piel.
En tanto que el fiscal de instrucción Guillermo González inició una investigación de oficio, a través de la Fiscalía General de la Provincia, a pesar que aún no existe una denuncia formal.